Las obras de rehabilitación que tiene previsto acometer la Xunta en el antiguo palacio episcopal de Diomondi, en O Saviñao, servirán para reconstruir este edificio histórico y salvarlo de la ruina, según el obispado de Lugo, pero no permitirán por ahora darle un nuevo uso. El delegado de patrimonio inmueble de la diócesis, Miguel Gómez, apunta que para ello será preciso elaborar posteriormente otro proyecto, para el que todavía no hay financiación.
A finales del pasado mes, la Consellería de Cultura anunció que invertirá 200.000 euros en la reparación de este inmueble, cuya fachada sufrió un derrumbe parcial a finales de diciembre del 2010. Las obras comprenderán la reconstrucción de la parte derruida, la mejora de las estructuras de empuje y el armazón de madera del edificio y el saneamiento del interior. Desde que se produjo el desplome, la única intervención que se realizó en el antiguo palacio consistió en apuntalar la fachada y en protegerla con lonas para frenar su deterioro. Las obras, que aún no fueron contratadas, correrán íntegramente a cargo de la Xunta y todavía no se dieron a conocer las fechas de ejecución.
Nueva utilización
Según Miguel Gómez, una vez que termine este proceso se estudiará alguna fórmula para reutilizar el edificio. Una de las posibilidades que se barajan es convertirlo en un centro de interpretación del patrimonio románico de la Ribeira Sacra, aprovechando la circunstancia de que se encuentra adosado a la iglesia de San Paio de Diomondi, uno de los más notables monumentos medievales de la zona. Sin embargo, todavía no se ha decidido nada a este respecto. «As obras que vai facer a Xunta serán suficientes para garantir a conservación do edificio, pero para convertelo nun centro de interpretación ou darlle algunha outra utilidade haberá que planear traballos de adaptación e conseguir financiamento», apunta.
Reutilizar el edificio -una de las escasas muestras gallegas de arquitectura civil de origen medieval- se considera fundamental para impedir que vuelva a deteriorarse. El antiguo palacio no ha tenido ningún uso desde que dejó de servir como casa rectoral, hace ya bastante tiempo, lo que aceleró su ruina.