El proyecto de la autovía A-56 no ha dejado de aparecer en los presupuestos anuales de Fomento desde que este ministerio decidió suspender su construcción en el 2010. Pero siempre con partidas relativamente reducidas, que en la práctica acaban esfumándose sin que en la zona de obras se llegue a mover una piedra. ¿Este año es diferente? Como apunta el alcalde de Carballedo, en una de las primeras reacciones, habrá que ver qué pasa en los próximos meses. Cinco millones es una cantidad suficientemente pequeña como para que el ministerio pueda reasignarla a otros gastos sin que se note. Por otro lado, aunque está lejos de ser bastante para acabar las obras, sí bastaría para empezarlas de nuevo si hubiese voluntad política.
Las cifras
Examinando solo las cifras, esta es la mayor partida consignada para la autovía Ourense-Lugo desde la paralización de las obras. Cuadriplica los 1,2 millones del 2014 y del 2013, supera también los 3,2 del 2012 y quintuplica los 986.400 del 2011. Además, esta vez Fomento concentra prácticamente el 100% de sus promesas de inversión en este tramo, en vez de dispersar previsiones de gasto entre todos.
Pero por otro lado estos cinco millones son una parte pequeña de toda la inversión necesaria para terminar estos 9,8 kilómetros de autovía. A este ritmo de gasto, harían falta siete años para completar el trabajo.