Un conductor de Sober que se negó a someterse a la prueba de alcoholemia cuando lo paró la Guardia Civil podría ser condenado a siete meses de prisión. Es la pena que pide para él la Fiscalía, que también solicita que le retiren el carné durante tres años. Al procesado lo pararon el 5 de febrero del 2013 unos agentes de Tráfico en la carretera de Sober a Doade. Los guardias aseguran que olía a alcohol, tenía el habla pastosa, se tambaleaba y mantenía una actitud «insultante». Primero les dijo que no se sometería a la prueba de alcoholemia, aunque acabó simulando que lo hacía. Según el fiscal, soplaba aire en el alcoholímetro, pero se paraba antes del final. Por estos hechos, fue procesado por un delito de negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia y otro contra la seguridad del tráfico. Por el primero le piden los siete meses y la retirada del permiso de conducir durante un año y medio. Y por el segundo, una multa de 2.160 euros y la suspensión del carné otro año y medio.
Accidente sin heridos
El fiscal propone una multa de 3.240 euros para un vecino de Monforte que tuvo un accidente sin heridos en el 2012, cuando conducía con una tasa de alcohol de 0,96 miligramos por litro de aire espirado.