Setas variadas para un otoño más cálido de lo habitual

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

CARLOS RUEDA

La meteorología no impide que en el sur lucense broten especies muy diversas

31 oct 2014 . Actualizado a las 08:10 h.

La riqueza micológica que caracteriza a las tierras del sur lucense no se está haciendo tan patente como otros años debido a las peculiares condiciones meteorológicas de este otoño. Las intensas lluvias que cayeron en el primer tramo de la estación favorecieron la brotación de numerosas especies pero el tiempo soleado y cálido que vino después y que todavía perdura hizo que los hongos estén proliferando menos que el año pasado, ya que el suelo se secó con rapidez. Esta circunstancia no impidió que en la zona se pudiesen ver muchas variedades típicas de la zona, como muestran las imágenes que acompañan estas líneas, tomadas durante las últimas semanas en diversos lugares del valle de Lemos y el municipio de O Incio.

El periodo lluvioso favoreció la aparición de numerosos boletos, como el apreciado Boletus edulis y el Boletus erythropus, menos estimado que el primero a pesar de ofrecer un notable interés gastronómico por ser más resistente a los ataques de larvas de insectos. Otras especies comestibles que se ha podido encontrar en la zona son el conocido Lactarius deliciosus -níscalo, robellón o lactouro-, el Leccinum versipelle o boleto anaranjado o el Cantharellus cibarius.

Presencia de las cerrotas

Una variedad que ha tenido una presencia irregular este año es la popular Macrolepiota procera o cerrota, que normalmente figura entre las más abundantes y consumidas en este territorio. Aunque en algunos momentos pudo encontrarse con relativa abundancia, el tiempo seco hizo que después se volviese bastante más escasa de lo habitual.

Aunque en lo que va del otoño la cantidad de setas ha sido más reducida que en otros años más lluviosos, los aficionados a la micología tuvieron ocasión de identificar un buen número de especies, sin llegar al alto nivel de diversidad que se registró en el otoño del 2013. La variedad es especialmente notable en las zonas pobladas de castaños y robles.

Entre las especies de mayor vistosidad que se pueden observar este otoño en la zona está la Ganoderma lucidum o pipa, una especie que se cultiva en muchos lugares no por su valor gastronómico sino por sus propiedades medicinales. Otra variedad llamativa es la Coprinus comatus, considerada comestible, pero que debe ser consumida inmediatamente después de cosechada.

Destacan igualmente por su aspecto dos especies del mismo género, la Mycena rosea -por su color rosado- y la Mycena inclinata, que forma numerosas colonias. También ofrecen una llamativa coloración variedades como la Tricholoma sulphureum o tricoloma azufrado y la Laccaria amethystina o lacaria amatista.

Otras variedades presentes este otoño en el sur lucense llaman la atención por sus formas singulares, alejadas del modelo típico de hongo con pie y sombrero. Es el caso de la Otidea onotica -llamada oreja de liebre o de asno-, la Clavariadelphus pistillaris -llamada porra o mazo de almirez-, la Clavulina coralloides, la Polyporus tuberaster, la Byssomerulius corium y la Tremella mesenterica. También se ha podido ver la peculiar Clathrus ruber o jaula roja, muy poco frecuente en la zona.

micología del sur lucense