Un hombre de 63 años tendrá que pagar una multa de 2.160 euros por haber agredido sexualmente a una niña de 13 años, hermana del marido de su hija, que en aquel momento vivía en casa del procesado. El acusado fue condenado, pero se libró de la condena de dos años y medio de cárcel que la Fiscalía pedía para él en un principio.
Según la sentencia, los hechos ocurrieron en una fecha indeterminada del verano del 2011. El condenado se encontraba en un alpendre anexo a su casa cuando se encontró con la víctima, que venía de recoger unas cebollas. Se acercó a ella y empezó a tocarle los pechos, a lo que la niña reaccionó gritando y advirtiéndole que iba a denunciarlo. En vez de dejarla, le tapó la boca con una mano y con la otra le manoseó el trasero. La agresión cesó cuando la menor le dio un empujó el procesado y escapó del alpendre.
La niña fue sometida a una explotación médica en el mes de diciembre de aquel año, después de que los hechos fuesen denunciados.
Este suceso ocurrió en una localidad del partido judicial de Monforte. Tras la presentación de la denuncia se hizo cargo del caso el juzgado de instrucción número dos de esta localidad. Una vez completadas las diligencias y puesta fecha al juicio oral, se hizo cargo del asunto el juzgado penal número dos de Lugo. La Fiscalía calificó los hechos como un delito de abuso sexual.
El juicio se celebró ayer en esta ciudad. Estaban citados el acusado, la víctima y cinco testigos, entre ellos peritos como el que elaboró una evaluación psicológica de la niña agredida.
Pero la vista oral no llegó a celebrarse, porque la defensa del acusado y la Fiscalía llegaron a un acuerdo previo. Las dos partes se mostraron de acuerdo en sustituir la condena de prisión por una sanción económica. A cambio, el procesado aceptó que la acusación es cierta, lo que permitió que el juez dictase sentencia en el acto.
Además de la multa de 2.160 euros, el ahora condenado tendrá que abonar a la Consellería de Sanidade una indemnización de 351 euros, que es el valor estimado para la exploración médica a la que fue sometida la niña.
Si la condena final fuese de dos años y seis meses, como pedía la acusación pública en un primer momento, el acusado tendría que ingresar en prisión aunque careciese de antecedentes.