Por el viejo camino de los manantiales de A Seara

carlos rueda, francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una ruta tradicional discurre entre fuentes ferruginosas y calizas en Quiroga

20 jun 2017 . Actualizado a las 13:33 h.

La asociación vecinal A Lucenza, de la localidad quiroguesa de A Seara, acondicionó y señalizó en tiempos recientes un antiguo camino que conduce hasta el monte Formigueiros pasando por el lugar de O Caleiro y el manantial de Augas Férreas. Gracias a esta iniciativa, los visitantes de esta parte de la sierra de O Courel disponen de un nuevo itinerario de senderismo que discurre por una zona de particular interés.

La ruta, conocida por Camiño de Forgas, fue muy utilizada por los vecinos de A Seara para acceder a las praderías y a las tierras de cultivo de cereales. Pero este camino tuvo además mucha fama gracias al mencionado manantial de agua ferruginosa y a otros dos de aguas calizas que existen en los alrededores, que no atraían solamente a los habitantes de la zona. Antonio Carrete, un vecino de A Seara, recuerda que en otros tiempos estas fuentes recibían numerosos visitantes de las comarcas de Lemos y Valdeorras. Sus padres y un tío suyo alojaron en sus casas a muchos de ellos. «Pasaban aquí unha ou dúas semanas ou mesmo un mes enteiro tomando as aguas», explica. «Ían a diario ás fontes, levaban a comida e pasaban así o día», añade.

Para tomar el camino que lleva a los manantiales hay que salir de A Seara por la carretera que lleva al pueblo de Vieiros. Después de cruzar un puente sobre el río Selmo se ven a la izquierda los indicadores del comienzo de la ruta.

Una peculiar construcción

A unos 150 metros de su inicio y a la derecha del camino está el llamado Domo de Gelucho, una peculiar estructura metálica semiesférica construida con aros de hierro. Fue levantada hace años por un vecino de la localidad que pretendía crear una especie de pabellón de recreo o merendero, pero el proyecto quedó inacabado y la construcción presenta hoy el aspecto de una curiosa escultura.

El camino sigue ascendiendo entre una abundante vegetación y ofrece una amplia vista del monte Cogoluda, que se divisa a la izquierda. En el kilómetro 1,150, a la derecha del camino, se encuentra el horno de cal de O Caleiro, señalizado con un pequeño panel informativo. La cal que se fabricaba en este lugar de forma artesanal se empleó para blanquear los muros de la viviendas de la localidad y de la propia iglesia parroquial. El horno fue construido hace más de un siglo y lleva más de cincuenta años en desuso. Era de carácter comunal y podía ser utilizado por cualquier vecino según sus necesidades. Al lado de esta construcción se ven unos grandes bloques de roca caliza de los que se extraía directamente la materia prima para fabricar la cal. En ellos aún se aprecian las huellas que dejaron los picos empleados para arrancar las piedras que se calcinaban en el horno.

Unos 450 metros más adelante se encuentra la primera fuente de aguas calizas. A unos 150 metros está la de Augas Férreas. El agua que mana de la fuente tiñe las piedras y el suelo de un intenso color rojizo y delata su situación. Unos pocos metros más adelante, también a la derecha, hay un segundo manantial de aguas calizas, aunque su caudal es muy reducido en la actualidad.

Hasta este último manantial, el recorrido desde A Seara es de unos 1.600 metros, con una pendiente suave y una dificultad baja. Si deseamos ampliar el recorrido, podemos seguir recorriendo el camino, pasando por el manantial de Fonte da Uz y finalizando en el monte Formigueiros. Serían tres kilómetros más de caminata y con unas subidas más pronunciadas. En otros tiempos, los tierras de pasto llegaban hasta las estribaciones del monte.

Cómo llegar

Hay que salir de la capital municipal por la carretera que lleva a Campos de Vila. En el kilómetro 4 es preciso torcer a la derecha en dirección A Seara, que se encuentra a una distancia de veinticinco kilómetros