Las lluvias pueden haber causado arrastres contaminantes hacia el río
01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Por ahora no se ha podido evaluar si las tormentas que descargaron en el sur lucense en la madrugada de ayer provocaron arrastres de ceniza y tierra hacia el río Lóuzara en la zona afectada por el reciente incendio forestal de la sierra de O Courel. Las precipitaciones se produjeron de forma desigual en este territorio y no es fácil determinar si llovió con fuerza en los terrenos calcinados, que se hallan en una zona aislada y muy abrupta.
En la sierra hubo durante la noche una tormenta con gran aparato eléctrico, pero según los testimonios de diversos vecinos, la lluvia fue moderada -aunque persistente- en algunas zonas, mientras que en otras resultó más intensa. En estas condiciones, todo indica que habrá que esperar un tiempo para comprobar si el río Lóuzara puede verse contaminado por la ceniza. El biólogo Javier Guitián, que tiene previsto examinar hoy la zona siniestrada, señala que -aunque las precipitaciones de ayer no hayan tenido un impacto grave- este riesgo sigue estando presente y que los arrastres de cenizas pueden producirse si en los próximos días o semanas hay más tormentas y llueve con mucha fuerza en el valle del Lóuzara.
La tormenta, por otro lado, causó apagones de luz que afectaron ayer a una buena parte del territorio municipal. Según la alcaldesa Dolores Castro, la interrupción del suministro eléctrico se registró sobre todo en las zonas bajas, incluyendo a Folgoso, la capital municipal, y fue remitiendo en la mayoría de los lugares a lo largo de la mañana.
Parada en la cantera
En la cantera de pizarra de A Campa, cerca de Folgoso, hubo que esperar cerca de dos horas para iniciar la jornada laboral hasta que se restableció la corriente eléctrica. Una de las localidades afectadas fue Seceda -en las cercanías de la zona quemada en el incendio-, que se quedó sin luz hasta las primeras horas de la tarde.
Medio Rural estudiará el impacto ambiental del fuego en la zona
La Consellería de Medio Rural no ha decidido por ahora si será necesario llevar a cabo alguna intervención en las zonas quemadas del valle del Lóuzara para impedir la contaminación del río por la ceniza del incendio o la erosión del terreno a causa de las escorrentías. Según indican desde el mencionado organismo, el plan gallego de prevención y defensa contra los incendios forestales contempla la realización de actuaciones especiales de restauración para paliar la degradación ambiental causada por el fuego, como la que se llevó a cabo en el monte Pindo en el 2013. No obstante -añaden- para poner en marcha operaciones de este tipo hay que realizar un estudio previo sobre el terreno para calcular el riesgo de erosión y contaminación y para evaluar los bienes y recursos que pueden verse amenazados, algo que previsiblemente se llevará a cabo en el valle de Lóuzara.