¿Y qué gano yo con la declaración de BIC?

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

<span lang= es-es >Exigencias urbanísticas</span>. La piedra de chapacuña es el único material admitido como pavimento en las calzadas de Secedea, una de las aldeas de O Courel que tienen la consideración de BIC.
Exigencias urbanísticas. La piedra de chapacuña es el único material admitido como pavimento en las calzadas de Secedea, una de las aldeas de O Courel que tienen la consideración de BIC. carlos rueda< / span>

Los expertos sostienen que para el ciudadano de a pie son más los inconvenientes que las ventajas

05 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el punto de vista del ciudadano de a pie, la respuesta a la pregunta que encabeza esta información sería «muy poco». Al menos así lo ven los expertos consultados por este diario tras la polémica por la propuesta de solicitud de Bien de Interés Cultural (BIC) para el Camino de Invierno. Sería algo «elogiable desde el punto de vista cultural», señala el arquitecto Antonio Rodríguez. Su colega de profesión Xosé Lois López Otero apunta además que la ruta podría recibir más ayudas gracias a esta declaración. Pero puestos en la piel del contribuyente, ninguno oculta su escepticismo. No hay contrapartidas para el que sufre los costes añadidos de vivir a la sombra e un BIC.

¿Qué implica la declaración de BIC al realizar una obra?

Desde el momento en que se produce una declaración de BIC, todas las obras que se realizan en su área de influencia deben pasar forzosamente por la comisión provincial de Patrimonio. Los criterios de este departamento de la Xunta en la concesión de licencias son extremadamente restrictivos. «Se tes que cambiar unha ventá, hai que ir a Patrimonio. E non vale calquera modelo», dice López Otero. Para el propietario afectado por un BIC, no solo aumentan los costes económicos a la hora de realizar algún tipo de reformas. «O papeleo é moito maior e Patrimonio non se distingue precisamente pola celeridade nas tramitacións», advierte el arquitecto.

¿Cómo afectaría un mayor nivel de protección al Camino de Invierno?

La principal ventaja del Camino de Invierno está en que habría cierto margen de maniobra con la delimitación definitiva de su trazado. La nueva ley de patrimonio de Galicia establece un margen de tres años para acotar la ruta oficial. «Non hai fitos que indiquen por onde ten que ir exactamente», señala López Otero. La declaración de BIC no afectaría apenas a las zonas rústicas, donde la posibilidad de actuar es muy restringida. Otra cosa son las edificaciones situadas a su paso. «En Galicia se ha atendido muy poco históricamente a la estética. Me imagino que la falta de recursos económicos obligaba a atender otras urgencias», sostiene Antonio Rodríguez.

¿Hay algún tipo de contraprestación para los afectados por un BIC?

Es el principal problema que plantea una declaración de estas características. Las exigencias son mucho más duras en su ámbito de influencia, con la consiguiente repercusión económica para los propietarios. Los incentivos económicos, sin embargo, brillan por su ausencia. «Tener una propiedad junto a un BIC debería ser motivo de orgullo, pero es normal que el que vive al lado no siempre lo vea así», admite Antonio Rodríguez. La administración, según su criterio debería preocuparse también de establecer compensaciones. «Si los políticos valorasen la cultura, habría incentivos para los que soportan mayores exigencias en sus propiedades. Veo difícil que esto cambie en el actual contexto económico», explica.

Ningún incentivo en quince años para los vecinos de las aldeas de Froxán y Seceda

«Se a sociedade quere manter conservado un espazo, os custes non poden recaer so nos que viven nel», insiste Xosé Lois López Otero, que tiene a su cargo el área de urbanismo en Folgoso do Courel. El arquitecto echa mano de algunas experiencias en ese municipio para ilustrar sus objeciones a la gestión de los BIC. «Froxán e Seceda convertéronse en bens de interese cultural grazas a unha forte inversión do Leader no ano 2000. Dende entón non se fixo ningunha proposta especial para esas aldeas», señala. «Hai unha tendencia -añade- a facer de todos os núcleos rurais bens patrimoniais, pero son políticas que se deseñan en despachos onde non teñen en conta á xente que logo sofre as consecuencias».

La solicitud de declaración de BIC para el Camino de Invierno ha sido aparcada por la práctica totalidad de los ayuntamientos ante las dudas sobre su conveniencia que surgieron en Valdeorras. En la Ribeira Sacra hay otra propuesta de declaración en curso de más amplitud. Afectaría miles de propiedades, en su mayoría viñedos, repartidas por más de 400 kilómetros de las riberas de los ríos Miño y Sil. La condición de BIC es, en este caso, condición previa para optar a la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Hasta el momento no surgieron discrepancias, pero existe cierta inquietud en el sector vitícola por la ausencia de información sobre el alcance de los cambios que se plantean.