¿Por qué viven tanto estos cerezos?

carlos cortés, roi fernández CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

Uno de los cerezos «japoneses» de Belesar con sus flores, en el lugar conocido por Peizás.
Uno de los cerezos «japoneses» de Belesar con sus flores, en el lugar conocido por Peizás. r. fernández< / span>

Plantados hace 40 años, sus dueños atribuyen la longevidad de los cerezos de Belesar a su origen japonés

07 abr 2016 . Actualizado a las 22:44 h.

Las variedades tempranas de cerezo están ya en flor y a las tardías no les falta mucho. Empieza por tanto un período crítico para estos árboles frutales, en el que cualquier fenómeno meteorológico adverso puede echar a perder una cosecha que a priori se presenta buena. Como todos los años, los primeros en florecer en el sur de la provincia de Lugo han sido los cerezos de las zonas ribereñas del Sil y el Miño. En Belesar, lugareños y visitantes disfrutan ya del espectáculo de la floración de estos árboles. Lo que muchos no saben es que allí se pueden encontrar ejemplares especialmente longevos. Sus dueños atribuyen la resistencia de estos árboles a su origen. Son variedades de procedencia japonesa.

En las dos orillas de Belesar, un pueblo dividido en dos por el Miño, una parte en Chantada y la otra en O Saviñao, crecen centenares de cerezos. Las laderas que caen al Miño reducen el riesgo de heladas, así que esta siempre ha sido zona de producción de cerezas. De ahí que la localidad organice todos los años en mayo una feria local dedicada a la cereza.

Una edad poco común

No pocos de esos cerezos rondan los cuarenta años. Es una edad poco común para esta especie, que con veinte años de vida media se cuenta entre los árboles menos longevos. En Belesar creen que la razón de esa resistencia no es tanto el microclima suave de la zona, sino más bien a las plantas en sí. Estos ejemplares que crecen a orillas del Miño entre Chantada y O Saviñao desde los años setenta son variedades japonesas injertadas directamente en patrones locales bravos y no de membrillero, como es común encontrarlos en viveros o tiendas. Los vecinos ven ahí el secreto de su larga vida.

Estas variedades se cuentan entre las tempranas. En Belesar tienen otras que florecen algo más tarde, como en la mayor parte de las zonas productoras, que ganan así seguridad contra heladas tardías, lluvias persistentes en mal momento o vendavales de viento. El año, pasado las tempraneras dieron ya cerezas a tiempo para venderlas en la feria del vino que celebra el pueblo a mediados de mayo. Lo que pase este año todavía está por ver.

Hasta cuatro grados bajo cero cuando empieza la floración

Es pronto para saber cómo será este año la cosecha de cerezas en Belesar, Ribas de Sil y el resto de la Ribeira Sacra. Este invierno no faltó agua, pero las semanas que suceden al inicio de la floración son siempre fundamentales. Las heladas pueden echar a perder una campaña en cuestión de días. Las previsiones meteorológicas para lo que queda de semana no hacen temer ninguna catástrofe, de momento. Para la localidad de Chantada, a más altura y menos guarecida que la ribera de Belesar, la agencia estatal de meteorología anticipa de aquí al domingo temperaturas mínimas de tres grados para las noches del viernes, el domingo y el lunes. Los demás días no deberían bajar de cuatro grados. La predicción de lluvias generalizadas para este fin de semana solo será un problema menor si no son especialmente intensas o persistentes.

Los cerezos soportan temperaturas de hasta 2,4 o 4 grados bajo cero (según los autores) en el inicio de la floración y se van haciendo más sensibles a medida que el proceso avanza. Cuando empiece a surgir el fruto, los termómetros no deberían bajar de un grado bajo cero.

Fuente: Daños por heladas en plantaciones

frutales en floración. M.L. Hernández. 1995