Cómo evitar nuevos derrumbes en el túnel de Montefurado

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

Geológos e ingenieros de minas proponen medidas para frenar el deterioro de la célebre construcción minera romana

04 jun 2016 . Actualizado a las 17:37 h.

Durante las crecidas que experimentó el cauce del Sil el pasado febrero, el director del Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña, Juan Ramón Vidal Romaní, advirtió sobre el deficiente estado de conservación del túnel de Montefurado. El investigador visitó la semana pasada el lugar acompañado por el también geólogo Jesús Gómez Besteiro y dos ingenieros de minas a fin de evaluar la situación en que se encuentra esta monumental obra minera de la época romana y de buscar soluciones para prevenir posibles derrumbes.

En opinión de los expertos, la conservación de la estructura es más o menos buena en la boca de entrada del túnel y «un poco preocupante» en la vía de salida. En la primera de estas zonas, a su juicio, el principal problema consiste en la presencia de algunos árboles de gran tamaño que crecen por encima de la cavidad y cuyas raíces están abriendo la roca, lo que tarde o temprano podría causar la caída de grandes bloques. Para solucionarlo, lo que proponen es talar estos árboles y asegurar la roca con anclajes. «No sería muy complicado, pero habría que hacerlo ya», apunta Vidal Romaní.

En cuanto a la salida del túnel, los geólogos e ingenieros señalan que la zona peor conservada es la del lado izquierdo -en el sentido del movimiento de las aguas-, debido a la escasa consistencia de la roca. En esta zona se produjo hace unos años un derrumbe parcial que todavía se puede percibir. En este caso, la intervención propuesta consistiría en estabilizar la pared rocosa inyectando cemento hidrófugo en las fisuras y sujetándola con redes y anclajes.

Material no metálico

Para realizar esta obra, los expertos recomiendan no usar materiales metálicos, ya que la pizarra de la que está formado monte tiene un alto contenido de sulfuros. «Si se usan redes y anclajes de metal podrían oxidarse rápidamente y acelerar la degradación de la roca», indica Vidal. «Para los anclajes pueden usarse unas piezas de material sintético que se han utilizado con éxito en mucho otros sitios y las redes, sin son de metal, deberían ir recubiertas de alguna materia aislante», añade. En el lado derecho no hay problemas, ya que la roca es mucho más sólida.

La inspección también se realizó en la parte del monte que está situada justo por encima del túnel. En esta zona, los ingenieros y los geólogos consideran que es preciso evitar que se formen acumulaciones de agua, ya que esta acaba por filtrarse al subsuelo y acentúa la erosión de la roca, debilitando el techo del túnel. Para impedirlo, a su juicio, la mejor solución consistiría en construir unas canalizaciones que evacúen el agua de la lluvia hacia otros lugares. El impacto visual de esta intervención, según Vidal, puede paliarse dejando crecer plantas que no tengan raíces hondas, a fin de no facilitar la infiltración del agua hacia el subsuelo. El interior del túnel, en opinión de los expertos, parece encontrarse en buen estado de conservación. No obstante, aconsejan realizar una revisión detallada cuando hayan bajado las aguas, lo que puede hacerse a simple vista con ayuda de una lancha.

Otro factor de riesgo para la estabilidad del túnel -agrega Vidal- es el tránsito de camiones con cargas pesadas por la carretera que pasa por encima de la cavidad. En este caso, se aconseja limitar la circulación a los turismos y otros vehículos de escaso peso.

Un coste asumible

Por ahora no se hizo un cálculo del coste que podrían tener estas obras, pero los especialistas consideran que no sería muy elevado. Vidal sugiere que en la financiación podrían colaborar las empresas hidroeléctricas para «reparar los cambios en el paisaje derivados del convertir el Sil en una cadena de embalses». Por otra parte, los expertos piensan que se debería considerar la posibilidad de desviar el río por su cauce original y mantener el túnel en seco mientras se lleven a cabo las obras, a fin de facilitar la realización de los trabajos. Para ello solo sería necesario construir una barrera que cierre la boca de entrada del túnel minero.

 

la opción de restaurar el meandro

En caso de que se seque el túnel para realizar las obras propuestas, Juan Ramón Vidal opina que se debería estudiar la posibilidad de dejarlo permanentemente en ese estado. «Así se protegería mejor el túnel e incluso podría hacerse visitable si se quiere aprovechar como recurso turístico», apunta. A la derecha, un esquema del túnel minero y el meandro original del río que fue publicado en el libro A minería aurífera romana nas bacías dos ríos Sil e Lor