Monumentos ruinosos y olvidados

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Las «listas rojas» del patrimonio abandonado dejan al margen un gran número de elementos en el sur lucense

31 may 2016 . Actualizado a las 07:48 h.

El sur lucense cuenta con una escasísima representación en las llamadas listas rojas que denuncian los casos más graves de deterioro del patrimonio histórico. La de la la asociación Hispania Nostra solo incluye el palacio de Diomondi -en O Saviñao-, que ya fue restaurado. Hasta hace poco mencionaba también la iglesia de San Mamede de Vilasouto, en O Incio, pero la retiró a raíz de la rehabilitación parcial que realizó la Diputación. En la lista del portal digital Patrimonio Galego solo figura por ahora la antigua y poco conocida capilla de Pesqueiras, en la parroquia de Atán, en Pantón. Pero en la zona hay numerosas construcciones de valor histórico y etnográfico con suficientes motivos para estar incluidas en los censos de este tipo. Realizar un repertorio detallado de estos elementos no resulta fácil, dada su gran abundancia.

Entre los numerosos edificios con valor patrimonial que se conservan en mal estado este territorio los hay de épocas muy distintas. Algunos son de origen medieval, como el castillo de Carbedo -en O Courel-, la torre de Arcos y el convento de San Salvador de Asma, en Chantada. Un apartado singular lo constituyen las ruinas de las antiguas ferrerías que testimonian la importancia de la industria siderúrgica artesanal que se desarrolló en la zona entre los siglos XVI y XIX. Solo dos de ellas, la de Bóveda y la de Seoane do Courel, ha sido rehabilitadas. También se restauró la vivienda de la ferrería quiroguesa de Rugando, convertida en hospedaje de turismo rural. Las demás -concentradas especialmente en O Courel, Quiroga y A Pobra do Brollón- se encuentran en estado de abandono.

Bodegas y molinos

A estos casos hay que sumar un número indeterminado de antiguas bodegas y molinos que cayeron en desuso hace mucho tiempo. Entre las primeras destaca la de la Casa da Fonte, en Pantón, un edificio monumental siglo XVIII. En Sober se restauró -dentro de lo posible- el conjunto de molinos del río Xabrega, pero hay otro de gran interés, el del río Algueira, en el que no ocurrió nada parecido.

Decenas de estructuras megalíticas y castreñas

Los monumentos de la prehistoria reciente y la protohistoria ocupan un importante espacio en el conjunto del patrimonio abandonado del sur lucense. El arqueólogo Xabier Moure ha contabilizado en la zona la presencia de cerca de 140 túmulos megalíticos o mámoas. Hasta ahora solo se realizaron intervenciones arqueológicas en unas pocas de las que forman parte de la necrópolis de Santa Mariña, en O Incio. Estos túmulos también los únicos que están señalizados, junto con los del conjunto de Piñeiró y Abuíme, en O Saviñao, donde se colocaron carteles hace solo unos meses. Algunos de ellos han sufrido destrozos en las últimas décadas a causa de diversas obras o de labores agrícolas. Casos de este tipo se registran en los municipios de Pantón, O Saviñao, Carballedo, A Pobra do Brollón y Monforte.

También se cuentan por decenas los castros en las comarcas del sur de la provincia. Solo el de Arxeriz, en O Saviñao, está siendo objeto actualmente de excavaciones arqueológicas. Otra intervención de este tipo se realizó hace años en el castro de Sobredo -en el municipio de Folgoso do Courel-, pero su alcance fue muy limitado. También se llevaron a cabo unos sondeos en el castro de San Vicente do Pino -en Monforte- cuando fue descubierto, pero la investigación no continuó. Y solo los de Arxeriz y Sobredo fueron acondicionados para visitas turísticas.