Lo que más les gusta es... el precio

n. álvarez, s.bahamonde, c.c. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

alberto lópez

A los turistas que visitan la Ribeira Sacra les sorprende lo barato que resulta aquí salir de tapas y comer

27 jul 2016 . Actualizado a las 22:36 h.

El cañón del Sil, los viñedos en bancales con inclinaciones imposibles, el vino de la denominación de origen.... Esos son algunos de los símbolos de la Ribeira Sacra, lo que más enseña la publicidad que trata de hacer de este territorio un destino turístico de primer orden. ¿Pero es esto exactamente lo que vienen buscando los visitantes que estos días empiezan a llenar las calles de Monforte, Chantada, Quiroga y el resto de las localidades de esta área geográfica? Un paseo por el centro de Monforte, ya abarrotado de terrazas y turistas, permite pulsar el ambiente y hacerse una idea. Y las conclusiones son un tanto sorprendentes.

El precio. Lo que les gusta es el precio. El de un café, sin ir más lejos. Un vecino de Pontevedra que disfrutaba de la sombra en una terraza de la calle Cardenal, mostraba su sorpresa por lo poco que le iba a costar lo que estaba tomando. «Este café me va a costar 1,10 euros, cuando en Pontevedra te clavan 1,50».

Por otro lado, y muy de la mano de los precios, la comida es la otra tentación para los turistas. Salir de tapeo por las terrazas del centro de Monforte, Chantada o cualquiera de las otras localidades de la zona, o comer menú del día a un precio económico es posible aquí a un precio inferior al habitual en la mayoría de las ciudades de Galicia y de España.

De dónde vienen

Ayer por la mañana, la presencia de visitantes foráneos como el pontevedrés sorprendido por lo barato que es el café era evidente en el centro de Monforte. Los había gallegos, de Vigo y A Coruña sobre todo, pero la mayoría eran de fuera. Madrid, Barcelona, Palencia, Guadalajara o Almería eran algunas de sus ciudades de procedencia.

Residentes en Galicia o en otra comunidad autónoma, la mayoría de los visitantes que ayer paseaban por las calles peatonales de Monforte son en realidad oriundos de aquí. Tienen familiares a los que aprovechan para visitar todos los años en vacaciones e incluso se alojan en sus casas. Menús baratos, cama gratis... difícil encontrar otro destino así.

«Moi pouca xente pregunta por un sitio concreto», asegura la Oficina de Turismo

Desde la oficina municipal de turismo aseguran que a mediados de julio aumentaron considerablemente las visitas a la ciudad del Cabe. Los trabajadores de la oficina de turismo afirman que «pasando o día quince foi un bum, un non parar de entrar e saír xente da oficina». Parece que este año hay más movimiento que en otras ocasiones en el mes de julio, aunque se espera que en agosto el porcentaje de turistas sea todavía mayor coincidiendo con el inicio de las fiestas patronales y el inicio de las vacaciones para la gran mayoría de las familias.

Gran parte de los visitantes que se acercan hasta Monforte preguntan por la Ribeira Sacra, aunque la mayoría viene a conocer la ciudad sin un plan preconcebido. «A xente chega á oficina de turismo aberta a calquera cousa, moi poucos veñen preguntando por un sitio concreto», comentan desde la oficina de turismo, donde los trabajadores hacen rutas personalizadas para los turistas dependiendo de los días que tengas pensado pasar en el sur lucense y de sus gustos.

Entre lo más demandado, están los paisajes de viñedos en bancales del cañón del Sil y del Miño. Los visitantes piden a menudo información sobre los horarios y precios de los recorridos en barco por estos dos ríos, pero también se interesan por la posibilidad de disfrutar desde tierra de esos parajes tan característicos de la Ribeira Sacra, mediante itinerarios en coche entre los diferentes miradores, tanto en la orilla lucense como en la ourensana.

En el centro de Monforte son conocidas las visitas a la torre del homenaje -edificio más importante del conjunto monumental de San Vicente- y al museo de Nuestra Señora de la Antigua, más conocido como los Escolapios, que cuenta con dos cuadros de El Greco en su interior. También es muy visitado el museo del ferrocarril en el que se encuentran coches y vagones históricos y el museo de arte sacro situado en el convento de Santa Clara. Visitas que se pueden acompañar de paseos en barca o en piragüa a lo largo del río Cabe.