Abeledos y Ramberde perdieron un 35% de residentes desde el año 2000

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

roi fernández

Son las dos calles con mayor número de viviendas deshabitadas del casco histórico

08 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación del conjunto histórico de Monforte no anima precisamente al optimismo. En mayor o menor medida, todas las calles incluidas en su área de influencia sufren las consecuencias de una crisis demográfica que se ha convertido en endémica. El descenso de población, que corre parejo al progresivo desmantelamiento empresarial, afecta sin embargo con mayor intensidad a dos calles del casco viejo. Según el avance del plan especial de protección, los Abeledos y Ramberde perdieron desde el año 2000 un 35% de residentes.

Es uno de los datos que expuso el equipo redactor en una reciente reunión con los portavoces municipales, que sirvió para ponerles al corriente de trabajo de campo recopilado en el plan. Habrá un segundo encuentro con los representantes políticos, previsto para mediados del próximo mes de enero, en el que se abordarán medidas concretas destinadas al casco histórico.

El trabajo de los técnicos se centró en identificar aquellos elementos que merecen ser conservados y en conocer el estado de las edificaciones del casco histórico. A partir de esos datos, los responsables del plan perfilarán las correspondientes propuestas de mejora. La información que hizo llegar el equipo redactor a los portavoces municipales pone de relieve la magnitud de las necesidades de rehabilitación y de mejora de la edificabilidad en el casco histórico.

Son algo más de 1.700 las edificaciones afectadas por el plan especial de protección, de las que casi la mitad tienen más de medio siglo de antigüedad. En la recopilación de datos, los técnicos identificaron 650 viviendas deshabitadas, lo que supone un índice superior al 40%. Este aspecto está relacionado con el paulatino despoblamiento del conjunto histórico, que pasó de los 2.475 habitantes contabilizados en el año 2000 a los 1.867 actuales.

La merma en los últimos dieciséis años, de más de 600 habitantes, afectó a todas las calles incluidas en la delimitación del casco antiguo, aunque con especial intensidad a los Abeledos y Ramberde. En el caso concreto de la calle Abeledos, que comunica el campo de San Antonio con la zona del hospital comarcal, una de cada tres casas están vacías y en venta.

Aumenta el ámbito del área de rehabilitación, pero disminuyen las ayudas

Las ayudas al Área de Rehabilitación Integral -la denominada zona ARI- beneficiaban inicialmente a las calles situadas en el entorno de la muralla de San Vicente. En esa primera etapa, el conjunto monumental fue escenario de buen número de rehabilitaciones. Los fondos, sin embargo, no llegaban a otros puntos de interés del casco histórico. A instancias del Ayuntamiento, la Xunta accedió a ampliar la zona ARI y con ella el ámbito de las subvenciones. Los incentivos, por el contrario, disminuyeron de forma significativa por los ajustes presupuestarios motivados por la crisis.

La media de las ayudas del último convenio, firmado a finales del 2015 y todavía vigente este año, ronda los 6.000 euros por actuación. Una cantidad que difícilmente puede incentivar un tipo de obras que resultan especialmente costosas. En la actualidad, la zona ARI coincide prácticamente con el mapa del conjunto histórico que aprobó la Dirección Xeral de Patrimonio en el 2004. Ese año se procedió a revisar la delimitación anterior, que había sido aprobada en 1973 por la Dirección General de Bellas Artes.

Pasos pendientes

Para que los vecinos puedan consultar el plan especial, el documento debe superar todavía dos trámites. El primer consiste en el informe favorable de la Consellería de Medio Ambiente, que es necesario por la presencia de zonas de ribera en el ámbito del conjunto histórico. El siguiente paso sería la aprobación inicial de la propuesta por parte de la corporación.