Un recorrido por el antiguo Camiño da Ribeira

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

En Sober se conservan dos kilómetros de una ruta tradicional invadida en gran parte por la maleza

16 jun 2017 . Actualizado a las 19:46 h.

El llamado Camiño da Ribeira es una ruta tradicional y en tiempos muy transitada que parte de la parroquia soberina de Lobios y discurre por las aldeas de Casar de Cima, Lamas de Brosmos y Sampil, finalizando en Portabrosmos, a orillas del Sil. Además de ser la vía de comunicación habitual entre estos lugares, el camino permitía acceder a las fincas agrícolas y a diversas zonas de viñedo de la ribera. Lamentablemente, solo un tramo de dos kilómetros de esta ruta es practicable en la actualidad, ya que la maleza ha cubierto el resto. Aun así, el camino sigue ofreciendo un gran interés paisajístico e histórico.

Antes de iniciar el recorrido, hay que detenerse a visitar el pueblo de Lobios y prestar atención a su patrimonio religioso, en especial a la iglesia románica de San Xillao, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. El templo destaca por la suntuosidad de sus puertas, una de ellas situada en la fachada principal y la otra en el muro sur. La estructura de la dos es muy similar, abocinada y con arcos apuntados con cuatro arquivoltas de baquetón. La decoración es muy variada, con motivos vegetales y figuras de animales. En su interior se conservan restos de pinturas murales renacentistas y tres retablos de estilo rococó.

Antiguo monasterio

La iglesia perteneció probablemente a un antiguo monasterio hoy desaparecido -como sucede con otros templos románicos de la Ribeira Sacra-, cuyos orígenes podrían datar de la época visigótica. Este cenobio es mencionado en un documento fechado en el año 1515, en el que se indica que por esa época fue anexionado con sus rentas al monasterio compostelano de San Paio de Antealtares. A unos cincuenta metros de la iglesia se encuentra la capilla de la Raíña dos Anxos, restaurada en tiempos recientes, que pudo tener su origen en el siglo X. Sobre la puerta de entrada hay un dintel con inscripciones y grabados que la erosión ha hecho casi imperceptibles y cuya autoría y significado se desconocen. A pocos metros de la ermita está el cruceiro de Lobios, uno de los más importantes del municipio por su esbeltez y la calidad artística de sus figuras, que representan la Pasión.

Justo al lado de este cruceiro empieza el Camiño da Ribeira. El primer tramo discurre entre rústicos muros de piedra y el espectacular souto de Lobios, formado por castaños centenarios de gran porte y sección. Algunos de ellos necesitan los brazos de más de cinco personas para poder ser abarcados.

Casa solariega

En el kilómetro 0,8 y en las proximidades de la aldea de Casar de Cima aparece una bifurcación. Hay que torcer a la derecha, pasando de nuevo entre castaños centenarios. A unos cien metros es preciso a la izquierda a la altura de la Casa Guitián, una soberbia construcción tipo solariego de gran renombre y abolengo en la parroquia.

Después hay que seguir avanzando por el vial asfaltado en dirección a Lamas de Brosmos, que se encuentra a unos doscientos metros. Justo a la entrada de la aldea sale a la derecha una pista asfaltada que lleva a Sampil y que luego continúa hasta Portabrosmos. Hay que tomar el ramal de la izquierda para entrar seguidamente en el núcleo de Lamas de Brosmos. En esta aldea destacan sus viviendas tradicionales, en las que la piedra es el único elemento empleado en la construcción de los muros. Lo mismo sucede con los cierres de las fincas de la localidad.

A la salida de la aldea, el camino continúa entre muros y grandes castaños, pero solamente es practicable por espacio de otro medio kilómetro. Más adelante la maleza lo invade hasta hacerlo prácticamente intransitable. De este camino partían dos desvíos. Uno de ellos llevaba al monte y a la ribera de Lobios y el segundo continuaba en dirección a Sampil. En esta última localidad se ramificaba para dar acceso a las zonas de ribera conocidas como Chanteiro, Portabrosmos y Pena do Macho.

 

Cómo llegar

 Hay que salir desde la capital del municipio por la carretera que lleva a las parroquias de Bolmente, Pinol y Lobios. Esta última localidad está situada a nueve kilómetros.