Proyecta construir naves para la producción de biomasa y el empaquetado del compost
21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Prodeme es un caso único en Galicia. Ninguna otra entidad dedicada a la protección de las personas con discapacidad intelectual desarrolla tal actividad empresarial. Pero en ocasiones, paradójicamente, lo que debería ser un aval se convierte en lastre. La Consellería de Economía, Emprego e Industria no ve claro que una asociación de este tipo pueda acogerse a las líneas de financiación habituales del Igape. De su decisión depende la viabilidad de dos proyectos que tendrían como escenario el polígono industrial de O Reboredo.
Los terrenos ya están adquiridos y solo falta definir la financiación. La presidenta de Prodeme, Dolores Diéguez, y el gerente de la asociación, Julio Cortiñas, acudieron ayer a Santiago para hablar de posibles ayudas con el conselleiro de Economía, Francisco Conde. En la reunión también estuvo presente el nuevo director del Igape, Juan Manuel Cividanes.
El Igape entiende que una asociación sin ánimo de lucro no puede optar legalmente a las ayudas a fondo perdido. Cortiñas, por el contrario, considera que se está aplicando una lectura «restrictiva» de las normas que regulan la concesión de estas subvenciones. Prodeme pretende levantar en el polígono sendas naves para la producción de biomasa y para el empaquetado del compost procedente de su granja.
Ambos planes suman una inversión de 1,7 millones de euros
Julio Cortiñas destacó ayer, de regreso a Monforte, la «cordialidad» de la reunión celebrada en la consellería. De momento, sin embargo, no hay compromisos del departamento de Francisco Conde sobre la financiación de los proyectos de Prodeme. La asociación desembolsó alrededor de 400.000 euros en la compra de dos parcelas del polígono de O Reboredo, de 15.484 y 5.234 metros cuadrados de superficie respectivamente. «Somos unha empresa máis que está dada de alta e que cumple relixiosamente con Facenda», destacó Cortiñas.
Las memorias que presentaron en la reunión con el conselleiro y el director del Igape cifran en 975.000 euros la inversión necesaria para la puesta en marcha de la planta de biomasa. Por lo que respecta a la nave de empaquetado de compost, serían necesarios 800.000 euros para que entrase en funcionamiento. Este último proyecto llamó la atención de la consellería por su relación con el sector vitícola, ya que son las bodegas las que acaparan la demanda del abono orgánico.