Escombros junto a una iglesia románica

Francisco Albo
francisco albo CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Un depósito de cascotes lleva varios meses en el entorno del templo de Oleiros

15 feb 2017 . Actualizado a las 23:08 h.

El aspecto estético que ofrece el entorno de algunas iglesias románicas de la Ribeira Sacra no es el más recomendable para monumentos de este valor histórico, pero el del templo de San Miguel de Oleiros, en el municipio de Carballedo, destaca especialmente por su descuido. A poca distancia de la iglesia y junto a la antigua casa rectoral de la parroquia está depositado desde hace meses un gran montón de escombros. La presencia de estos residuos acentúa la imagen de abandono del edificio, del que solo quedan en pie los muros.

La iglesia de Oleiros, como sucede con la mayoría de las que se conservan en Carballedo, figura entre las menos conocidas del patrimonio románico de la Ribeira Sacra, pero ello no significa que carezca de interés. La construcción original data del siglo XII, aunque fue objeto de amplias reformas en el XVII. Consta de una nave rectangular, un ábside cuadrangular y una sacristía con techumbre a tres aguas. La puerta principal está enmarcada por un arco de medio punto con dos arquivoltas que se levantan sobre columnas laterales. En el tímpano está esculpido un llamativo relieve en forma de cruz. En la fachada sur hay otra puerta de características similares, pero coronada por una sola arquivolta.

En la primavera de 1992 se llevaron a cabo en la iglesia unas obras de mejora que afectaron principalmente a la cubierta. Durante los trabajos se descubrió en su su interior un fragmento de pintura mural con motivos geométricos formados por curvas enlazadas. En el cementerio de la iglesia destaca la presencia de varias sepulturas antropomorfas excavadas en la roca.

El templo es considerablemente menos conocido que las iglesias de Santo Estevo de Chouzán y San Xoán da Cova, los más visitados del municipio. Estas dos iglesias tienen en común el hecho de que fueron trasladadas cuando se construyó el embalse de Os Peares, a fin de evitar que quedasen anegadas bajo las aguas del Miño. Pero el patrimonio románico de Carballedo comprende además otros monumentos, que se detallan a continuación.

Santiago de Lousada. Junto con las de A Cova y Chouzán, es la que ha atraído más visitantes en el municipio. El hecho de ser incluida en los últimos años en las rutas del románico que organiza el consorcio turístico de la Ribeira Sacra le dio algo más de renombre. El edificio original fue intensamente reformado, de modo que sus principales rasgos románicos en el exterior se reducen al ábside y parte de los alzados laterales, donde pueden verse unos canecillos esculpidos muy similares a los de la iglesia chantadina de San Salvador de Asma. En el interior destacan las esculturas de los capiteles, que parecen representar la escena bíblica del profeta Daniel en el foso de los leones.

Santiago de Pradeda. La nave del templo es del planta rectangular, al igual que el ábside, cubierto con una bóveda de cañón y provisto de una ventana con decoración románica. En el interior hay un arco triunfal y capitales con figuras labradas.

San Xoán de Milleirós. En el exterior conserva la puerta de entrada con un arco de medio punto. El interior fue objeto de obras de reparación en tiempos recientes.

Santa María de Carballedo. El interior de la iglesia está cubierto por una bóveda de medio cañón. En el exterior conserva una espadaña de origen románico.

Santa Baia de Búbal. El principal elemento románico exterior es el ábside, de planta cuadrada. Dentro del templo destaca un arco triunfal con doble arquivolta.

Santa Baia da Aguada. Una puerta en el muro sur y un arco triunfal con capitales decorados con diseños vegetales son los rastros de la época románica que conserva este templo.