La sequía evita de momento los ataques de hongos, pero más adelante podría causar problemas
20 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El desarrollo de las cepas se acelera este año debido a las temperaturas prácticamente veraniegas que se registran desde el comienzo de la primavera. Por el momento, la persistente sequía no causa mayor preocupación a los viticultores. Más bien, todo lo contrario. Con tiempo seco, el sol se convierte en el mejor antídoto frente a los hongos que atacan a la vid. Pero la ausencia de lluvias podría convertirse en un problema según avance la cosecha. «A meteoroloxía non podemos cambiala, pero a situación paréceme anómala e preocupante. Hai que escavar case medio metro para atopar algo de humidade no terreo», señala el ingeniero agrónomo Victoriano Pérez.
«Nos últimos días, os brotes medraron unha barbaridade. A floración, que este ano podería adiantarse a mediados de maio, será a que determine o futuro da colleita», sostiene el presidente del consejo regulador de Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez.
Los numerosos racimos que asoman ahora en las vides no son de momento sinónimo de una cosecha generosa. Mientras no culmine el cuajado del fruto al que se refiere José Manuel Rodríguez, difícilmente se puede pronosticar cómo será la próxima vendimia. Lo que hay a estas alturas es un claro adelanto en el ciclo vegetativo, para algunos viticultores de casi un mes con respecto a otros años.
Cambio climático
Para Victoriano Pérez, las condiciones en las que se están desarrollando las últimas cosechas apuntan con claridad a las consecuencias del fenómeno del cambio climático. En el caso de la presente campaña, podrían traducirse en una vendimia especialmente temprana.