Por los molinos del río Xabrega hacia el cañón del Sil

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una ruta de especial interés etnográfico y paisajístico discurre por la zona sur del municipio de Sober

08 ago 2017 . Actualizado a las 13:38 h.

El arroyo de Xabrega -también conocido por Vales, A Boca, Camilo, Bouzas y Os Muíños- concentró en tiempos una gran parte de la industria artesanal del municipio de Sober. En sus márgenes funcionaron hasta veintiocho molinos harineros y dos batanes, lo que constituía sin duda un importante recurso económico. A lo largo del pasado siglo fueron cayendo en el abandono y en algunos casos las construcciones desaparecieron por completo.

Una buena parte de los molinos, por iniciativa del Ayuntamiento de Sober, fueron restaurados por varios talleres de empleo entre el 2005 y el 2010. Al mismo tiempo se habilitó una ruta de senderismo que discurre a lo largo del arroyo hasta su desembocadura en el Sil -a la altura del embarcadero de Os Chancís- y que hoy constituye uno de los atractivos turísticos más notables del municipio.

El inicio de la ruta está en la aldea de A Boca, de donde parte un camino que desciende hacia al arroyo y da acceso a los molinos. En este tramo está bordeado por antiguos muros de piedra. El primer molino restaurado se encuentra a medio kilómetro de A Boca y se lo conoce como Roque de Arroxó. Todos los molinos de la zona se denominan por el nombre de los dueños o de la casa a la que pertenecían. Algunos cambiaron de propietario con el paso de los años, pero siguieron conservando sus nombres primitivos.

Otras construcciones

Los siguientes molinos rehabilitados, en un tramo de unos quinientos metros, son los llamados Conde de Camilo, Souto de Arroxó, Chucán de Matamá y Roque do Arroxó. Ente estos dos últimos se construyó una plataforma de madera, a modo de mirador, sobre el cauce del arroyo. Después hay que caminar junto a un caneiro o canal de conducción del agua para visitar los dos molinos siguientes, llamados de Nemesio da Boca.

De vuelta en el sendero, es preciso cruzar el arroyo por una pasarela o pasadoiro de piedra y volver a caminar por el caneiro para acceder al molino de Ramiro da Boca. En este lugar los canales alcanza una notable altura. Seguidamente el camino pasa por otros dos molinos, llamados de Chucán do Couto. El siguiente molino es el de Os Nabás, situado en el lugar conocido por A Albariza. Nuevamente cruzamos el arroyo por un puente para acceder al molino de Conde de Camilo, una construcción de considerables dimensiones en cuyo interior se alojan dos piedras de que trabajaban de forma simultanea.

Zona abrupta y boscosa

Nos encontramos en As Garduñeiras, una zona de terreno abrupto y abundante vegetación donde crecen diferentes especies arbóreas. Aquí el camino acusa un brusco descenso y el arroyo salva fuertes desniveles formando rápidos y pequeñas cascadas. Más adelante se halla el molino de Santomé do Arroxó, del que solo quedan los muros. Hay que cruzar otra vez el arroyo por unos pasos de piedra y unos cincuenta metros más adelante lo haremos por un puente, para acceder seguidamente al molino de Nemesio da Boca. Era uno de los llamados «de volante». En lugar del clásico rodicio horizontal utilizaba una rueda vertical similar a una noria para aprovechar mejor la fuerza del agua.

Los dos últimos molinos de la ruta, de los que solo se conservan los muros, son el de Piedras do Couto y el de Ramiro da Boca. Más adelante había otros molinos más, ya muy cerca de desembocadura en el Sil. Eran los de Noguedo de Santiorxo y el de Toxedo. Actualmente no quedan restos de ninguno de ellos.

En este tramo la ruta empata con la carretera que lleva al embarcadero de Os Chancís y al monte de Xabrega, donde fueron acondicionados dos miradores. Hasta este punto hemos recorrido cerca de dos kilómetros. Si queremos alargarla hasta llegar al embarcadero de Os Chancís hay que caminar unos seiscientos metros más.

 

DESDE SOBER

Hay que salir de la capital del municipio por por la carretera que lleva a la localidad de Arxemil y al embarcadero de Os Chancís. En el kilómetro 5,2 hay un desvío a la derecha hacia la aldea de A Boca, que se halla a unos 150 metros