Clamor unánime: «Germán, la muerte no es el final»

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

LEMOS

Amigos y compañeros despidieron al agente que dio un ejemplo de valor ante una dura enfermedad

08 oct 2019 . Actualizado a las 17:26 h.

Centenares de amigos y compañeros del guardia civil de Tráfico monfortino Germán Macía dejaron claro mientras entonaban en el sepelio la canción: La muerte no es el final, que el espíritu del coraje que el agente mostró ante la enfermedad hasta el último momento va a seguir presente aunque su cuerpo ya esté bajo tierra.

El funeral, oficiado ayer en Monforte, fue una montaña rusa de emociones desde la salida desde un tanatorio atestado de gente que quisieron acompañar a la familia. El primer homenaje fue el pasillo homenaje que sus compañeros le hicieron a la entrada de la iglesia de San Vicente, donde entró el féretro, con la bandera de España sobre él, portado a hombros por cinco guardias civiles y un bombero.

En el templo la conmovedora eucaristía fue oficiada por el vicario castrense de A Coruña, Carlos Recarey. El momento más emotivo fue cuando le impusieron la medalla del centenario de la Virgen del Pilar a los padres y a una persona en representación de su hija. Esta condecoración ya no se concede, pero en esta ocasión se hizo una excepción por ser un caso extraordinario.

Pasillo de honor y despedida

A la salida de la misa para el traslado al cementerio volvió a formarse un pasillo al que en esta ocasión se sumaron agentes de la Policía Nacional. En ese momento fue cuando sonó de manera atronadora el tema: La muerte no es el final. El emotivo y multitudinario acto concluyó cuando tras proceder al entierro su padre recibió la bandera y el tricornio de su hijo. El último homenaje corrió a cargo de los que fueron sus compañeros de armas durante casi un cuarto de siglo y consistió en la interpretación del himno de la Guardia Civil, aunque a muchos les resultara casi imposible entonarlo por la emoción.

Al funeral asistieron además diferentes representantes institucionales, como el conselleiro de Industria, Francisco Conde, y el alcalde de Monforte, José Tomé,