El plumacho de la Pampa, una seria amenaza ambiental en el sur lucense

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Los expertos avisan de que la especie causará graves problemas en unos años si no se hace nada para erradicarla

05 oct 2017 . Actualizado a las 12:06 h.

El Ayuntamiento de Folgoso do Courel eliminó recientemente unas matas de plumacho, plumero o carrizo de la Pampa que fueron localizadas en un terreno público situado en las cercanías de la capital municipal. Pero esta especie invasora originaria de Sudamérica -cuyo nombre científico es Cortaderia selloana- puede verse en muchos otros lugares del sur lucense, aunque por ahora está lejos de constituir una auténtica infestación, como sucede en numerosos puntos del litoral gallego, donde se ha convertido en uno de los principales problemas medioambientales.

Los plumachos crecen actualmente en diversos terrenos públicos, como el recinto de la depuradora de aguas residuales de Monforte o las zonas ajardinadas del entorno del hospital comarcal. También aparecen en las márgenes de varias carreteras, en descampados y en fincas particulares de municipios como Sober, Pantón, Chantada y Carballedo. El grado de propagación de la especie en estos territorios no se conoce con exactitud, ya que hasta ahora no se realizó ningún estudio, pero en todo caso puede considerarse importante.

El biólogo Martiño Cabana, miembro de la Asociación Galega de Custodia do Territorio, apunta que las condiciones climáticas del sur de la provincia hacen que esta área geográfica sea propicia para la proliferación de los plumachos, que se acomodan muy bien en los ambientes cálidos. «A zona centro é máis fría e polo tanto é menos favorable, pero nas terras baixas da parte sur poden chegar a ser un problema moi serio se non toman medidas para a súa erradicación», previene.

Medidas de contención

El biólogo considera por otro lado que contener la expansión del plumacho por las comarcas del sur lucense puede ser relativamente sencillo, ya que aunque las matas están repartidas en numerosos puntos todavía no formaron grandes poblaciones, como ha sucedido en las áreas costeras. «Cando as plantas chegan a ocupar extensións de moitas hectáreas a súa eliminación é moi complicada e custosa, así que o mellor é intervir antes de iso suceda», explica. Cabana señala asimismo que esta planta figura desde hace tiempo en el catálogo de especies invasoras de la Consellería de Medio Ambiente y que por lo tanto su plantación está prohibida. «Os responsables dos terreos onde medran esas plantas poden ser requiridos para que as eliminen, tanto se son particulares como se son administracións públicas», agrega.

Un proyecto de intervención de la Xunta que por ahora no incluye este territorio

La Consellería de Medio Ambiente licitó el pasado febrero los trabajos de erradicación de varias plantas invasoras, entre las que figura el plumacho de la Pampa. La intervención cuenta con un presupuesto de cerca de 370.000 euros, pero el área de actuación no incluye el sur lucense, ya que se limita a las zonas costeras. En la provincia de Lugo, el único territorio donde está previsto intervenir es la Mariña. Martiño Cabana opina que este plan no conseguirá la eliminación de la especie en las áreas invadidas, «porque o presuposto é moi curto e os plumachos se expandiron de tal maneira no litoral que hoxe é moi difícil acabar con eles».

En el caso del sur lucense, Cabana apunta que eliminar las matas no costaría mucho trabajo. En el municipio de O Courel, las plantas fueron arrancadas y quemadas, pero el biólogo dice que en muchos casos la intervención puede resultar más simple. «Se os plumachos son moi poucos e están rodeados de vexetación autóctona, bastaría con cortar os talos moi a ras do solo -explica-, porque así as outras plantas ocuparán rapidamente o terreo e xa non os deixarán rebrotar».

Por otra parte, el biólogo dice que si por falta de tiempo o por cualquier otro motivo no es posible arrancar o segar totalmente las plantas, como primera medida para frenar su expansión puede bastar con cortar su parte superior, es decir, el plumero. De esta forma se impide la propagación de las semillas. Una sola planta puede producir muchos miles de simientes.

Perjuicios económicos

Martiño Cabana recuerda además que en los lugares donde su presencia se ha vuelto masiva, los plumachos están causando graves daños a la vegetación autóctona, ya que pueden llegar a desplazarla por completo. La especie invasora también llega a suponer en muchos casos un importante perjuicio económico. «É moi fácil, por exemplo, que colonicen os terreos dos polígonos industriais e que despois haxa que empregar moito esforzo e moito diñeiro para eliminalos cando se pretende despexar unha parcela para realizar unha nova construción», avisa.

A su juicio, si se dejan pasar diez o quince años sin llevar a cabo ninguna intervención y si la especie sigue propagándose sin freno alguno, el plumacho puede llegar ser muy difícil de erradicar en las áreas del sur lucense más aptas para su crecimiento.