Dieta de maíz para aves urbanitas

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

Los patos, ocas y cisnes del paseo fluvial volverán a ser alimentados con cargo al presupuesto municipal

07 jun 2017 . Actualizado a las 22:39 h.

Los patos, ocas y cisnes que pueblan el tramo urbano del Cabe se vieron en la necesidad de procurarse el sustento en los últimos tiempos. No se sabe muy bien por qué motivo, pero en el año 2009 el personal municipal dejó de esparcir pienso para las aves en el paseo fluvial. Era una práctica habitual en el mandato del PP, cuando se realizaron, hace ahora veinte años, las primeras sueltas de anátidas en las riberas del río. Tomé la mantuvo en su etapa de concejal de Medio Ambiente, entre el 2003 y el 2007, etapa en la que los socialistas ayudaban a sostener al BNG en el gobierno local. Ahora como alcalde, recupera la tradición convencido de que contribuye «ao benestar animal».

«O que pretendemos é que as aves estean ben alimentadas», insiste Tomé. La dieta que se les proporciona es de diez kilos diarios de maíz, la mitad en grano entero y la otra mitad triturado. El bienestar de la colonia de anátidas del paseo fluvial le saldrá al Ayuntamiento por 1.500 euros al año. Es el coste aproximado de los 3.600 kilos de maíz con los que se alimentará a estas aves, porque el reparto correrá a cargo del personal de la brigada municipal de parques.

El coste del pienso puede no parecer descabellado, pero quizás chirriase cuando fue suprimido su reparto. La crisis apretaba entonces y el plan de ajuste exigía una revisión en profundidad del gasto municipal. Superados los recortes más duros, el Ayuntamiento entiende que ese desembolso merece la pena. «Son aves que fan gozar aos monfortinos e á xente que nos visita», apunta el alcalde.

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El maíz se esparce en dos puntos del paseo fluvial, siempre a primera hora de la mañana. En la laguna del Parque dos Condes y en el paseo del Malecón, cerca del puente viejo. Son también dos de los lugares preferidos por los vecinos que alimentan a diario a patos, ocas y cisnes con el pan sobrante de sus hogares. La idea de repartir cereal parte del técnico municipal de Medio Ambiente. «É o tipo de alimento máis axeitado para completar a comida que xa se procuran pola súa conta», dice Tomé.

La primera suelta de aves en el paseo fluvial, en febrero de 1997, fue de sesenta patos y dos cisnes. Al año siguiente se contabilizaban ya más de doscientos patos. La población de esta especie sufrió varios altibajos, hasta que se encontró un equilibrio entre machos y hembras. Las primeras ocas fueron liberadas en el paseo fluvial por una vecina que las criaba por aquel entonces en una finca particular.

Pese a que algunos expertos dudan de la eficacia de echar comida a las aves, sobre todo porque las crías pueden acomodarse en exceso a este sistema, el alcalde entiende que el reparto de maíz será beneficioso para ellas. «Ao moverse sempre nun entorno urbano, dificilmente poden chegar a incluír os cereais na súa dieta», argumenta.