La revista británica «Decanter» dedica su portada a un vino de Ribeira Sacra

La nueva ola de bodegueros de Ribeira Sacra pide paso. Son pocos aún, pero van como un tiro. De la noche a la mañana se han ganado el caché que la crítica internacional reserva para un reducido cupo de privilegiados. No destacan por una lista interminable de medallas en catas concurso. Tampoco juegan a ser grandes en el reino del minifundio. «Hacemos los vinos que nos gustan, que son también los que más gustan fuera», dice Pablo Soldavini, uno de los cuatro socios de Fedellos do Couto. Con una producción de 25.000 botellas y solo cuatro añadas a sus espaldas, son portada en el último número de la revista especializada británica Decanter. «No puedo decir quién, pero a alguno de nosotros se le caían las lágrimas cuando la vio», confiesa Soldavini.

Decanter es una reputada publicación por cuyas páginas desfilan firmas del prestigio de Michael Broadbent, Hugh Johnson, Andrew Jefford, Steven Spurrier, Sarah Jane Evans o Stephen Brook. Una botella del vino de Fedellos do Couto Cortezada -en una cubitera de hielo- ilustra la portada de su número de junio, que lleva el titulo de Licencia para enfriar. El juego de palabras, inspirado en una conocida película de James Bond, sirve de presentación a una antología de los mejores veinticinco tintos para el verano. Vinos del Beaujolais, del Ródano, de Sudáfrica o de Ribeira Sacra, cuya frutosidad casa bien con la cubitera en los meses estivales.

Fedellos do Couto tiene su base en el municipio de Castro Caldelas, del lado ourensano de la Ribeira Sacra. Es una joven bodega ubicada en las viejas dependencias de una casa solariega propiedad de Luis Taboada, uno de los cuatro socios que impulsaron el proyecto. Los otros tres, Pablo Soldavini, Jesús Olivares y Curro Bareño, desembarcaron en Ribeira Sacra para trabajar en Ronsel del Sil cuando esta bodega dio sus primeros pasos en la denominación de origen. En el 2013 compaginaron el trabajo por cuenta ajena con la elaboración de su primer vino en el pazo de O Couto, cerca de A Abeleda, la zona donde se ubican las viñas cuya producción se destina a Cortezada. «Luis [Taboada] quería hacer un vino y nos ofrecimos a ayudarle a cambio de poder elaborar también en su bodega. Al final pensamos que lo mejor era trabajar los cuatro juntos», explica Pablo Soldavini.

Laboratorio de pruebas

Fue una vendimia de pocas horas de sueño en la que se cocinaron en O Couto dos de los nuevos proyectos de Ribeira Sacra con más proyección internacional. De la bodega del pazo salieron aquel año los primeros vinos de Fedellos y también los Lousas de Envínate, que entonces todavía no disponía de instalaciones propias. Envínate también coloca uno de sus vinos en la selección de Decanter, aunque en este caso se trata del Táganan tinto que elaboran en Tenerife, uno de los múltiples escenarios de sus inquietudes enológicas.

Cortezada abandera una selección de veinticinco tintos ideales para beber frescos en verano

Bodega pionera en la erradicación de los herbicidas en los viñedos

Cortezada también tuvo una presencia destacada en el repaso a los mejores vinos del pasado año en el boletín digital de Robert Parker. Luis Gutiérrez, catador del Wine Advocate para España, incluyó este tinto en una selección de buenas compras a nivel internacional. Las 4.000 botellas que se producen apenas cubren desde entonces la demanda del mercado, pero la bodega Fedellos do Couto no está por la labor de crecer a cualquier precio. «Es difícil poder hacerlo con las viñas que nos gustan», dice Pablo Soldavini.

Los viñedos de los que sale la uva destinada a sus vinos se cultivan sin tratamientos sistémicos ni herbicidas. Para mantener a raya la vegetación, echan mano de la azada y la desbrozadora en el mejor de los casos. ¿Compensa realmente ese esfuerzo? «Buscamos vinos que se beban con facilidad, que sean representativos de la zona, de la variedad y de la añada. Si trabajas con una uva sana, lo tienes mucho más fácil», responde Soldavini.

Nacer en las viñas

Su forma de trabajar no siempre fue bien entendida ni por sus vecinos ni por otros elaboradores de la denominación de origen. «Se piensan que no tenemos ni idea porque no hemos nacido al lado de las viñas», apunta este socio de la bodega. Forman parte, en todo caso, del reducido grupo de bodegas que han conseguido que los focos de la crítica internacional giren hacia Ribeira Sacra. Los Fedellos do Couto se sienten orgullosos de la portada de Decanter, pero también de haber puesto su grano de arena «para que el suelo de muchas viñas se vea verde».

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