Condenado por pedir ayuda para un accidente de tráfico en Ribas de Sil que en realidad no existía

La Voz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un guardia civil de tráfico en un control nocturno
Un guardia civil de tráfico en un control nocturno ROI FERNÁNDEZ

Los bomberos de Monforte y cinco patrullas de la Guardia Civil estuvieron buscando el lugar del siniestro hasta que se dieron cuenta de que el aviso era falso

25 ene 2023 . Actualizado a las 14:22 h.

La llamada avisaba de que había registrado un accidente de tráfico en Ribas de Sil. Era mentira, pero eso los servicios de emergencias no lo supieron hasta unas horas después. Los bomberos de Monforte y cinco patrullas de la Guardia Civil de tráfico buscaron el lugar del accidente hasta que llegaron a la conclusión de que en realidad no había pasado nada. Tirando del hilo del teléfono utilizado para hacer la llamada, las fuerzas de seguridad pudieron identificar a un sospechoso. Algo más de cuatro años después, acaba de ser condenado a pagar una multa de cerca de 1.500 euros.

Aquella llamada que resultó ser falsa llegó a los servicios de emergencia en plena noche del 6 al 7 de diciembre del 2018. La autora fue una mujer que aseguraba que su primo acababa de ponerse en contacto con ella por teléfono para avisarla de que había sufrido un accidente de tráfico en una carretera local cerca de San Clodio, en el municipio de Ribas de Sil.

La mujer llamó entonces al número de emergencias 112, desde donde dieron aviso a la Guardia Civil y a los bomberos de Monforte. Para tratar de dar con el lugar del accidente y la personal que se supone que estaba herida, a la búsqueda se fueron sumando más medios hasta que los responsables del dispositivo llegaron a la conclusión de que se trataba de era un engaño.

La investigación posterior llegó a la conclusión de que la mujer que hizo la llamada no sabía que se trataba de una falsedad, así que el único procesado por este asunto fue su primo. El caso llegó a juicio en el juzgado penal número 2 de Lugo. El procesado no se presentó al juicio, pero la vista se celebró igual. En las diligencias judiciales previas él había admitido en su declaración ante el titular del juzgado número 1 de Monforte que había sido él el autor de la primera llamada. El resultado fue una sentencia que en enero del 2022 lo condenaba como responsable de un delito de desórdenes públicos al pago de una multa de algo más de 2.500 euros.

El abogado defensor presentó un recurso en el que pedía la absolución o al menos una rebaja de la multa. La Audiencia de Lugo resolvió recientemente este recurso mediante una resolución que confirma la condena, pero acepta la rebaja de la sanción.