El mantenimiento del pabellón de A Pinguela será contratado a una empresa privada

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Detalle de los asientos del nuevo graderío del pabellón de A Pinguela
Detalle de los asientos del nuevo graderío del pabellón de A Pinguela CARLOS CORTÉS

La concesión incluirá también la conserjería que quedó vacante tras la jubilación del encargado de las instalaciones

30 ene 2024 . Actualizado a las 19:46 h.

Los servicios de conserjería, atención y mantenimiento del pabellón polideportivo de A Pinguela serán prestados por la empresa privada que obtenga el correspondiente concurso municipal, aún pendiente de convocatoria. El alcalde de Monforte, José Tomé, avanzó en el pleno que se recurrirá a esta fórmula en respuesta a una iniciativa presentada por el BNG. Más que una contestación fue una aclaración a lo que planteaban los nacionalistas, que pedían que la plaza de conserje —vacante tras la jubilación, el pasado verano, del trabajador que hacía ese cometido— fuese reservada para una persona con discapacidad intelectual. Tomé aclaró que el Ayuntamiento no va a sacar esa plaza porque no existe en su organigrama.

«Temos a oportunidade de ser un referente na integración das persoas con discapacidade intelectual», dijo en el pleno el concejal del BNG Manuel Luaces. La iniciativa había sido consultada previamente con Fademga, federación que engloba a las asociaciones que trabajan en Galicia en favor de la integración ese colectivo personas. Desde Fademga indicaron que el puesto de conserje era idóneo y se ofrecieron a colaborar en la redacción de las bases de contratación y ofreciendo apoyo a la persona elegida en los primeros meses de actividad.

El BNG, sin embargo, partía de una premisa falsa. «Hacemos nuestras todas sus observaciones sobre el apoyo a las personas con discapacidad, pero no es cierto lo que afirman de que se va a convocar esa plaza como personal laboral del Ayuntamiento», replicó a Luaces el concejal del equipo de gobierno Iván Torres.

Tomé, por su parte, precisó que el trabajador que realizaba las tareas de conserjería desempeñaba otros cometidos relacionados con el mantenimiento del pabellón, pero lo hacía como autónomo y sin vinculación laboral con el Ayuntamiento. «O que facía era presentar unha factura que en realidade era unha factura-nómina, que se aprobaba pese aos reparos de Intervención porque se o contrato saía a concurso podía perdelo», dijo el alcalde. Según su criterio, la adjudicación a una empresa es más acorde a los intereses municipales que crear «catro ou cinco prazas» de personal propio.