Nogueira de Miño, único reducto por un tiempo del Entroido Ribeirao

CHANTADA

Solo en esta parroquia se celebró en 1994 el carnaval rural de Chantada

04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«La parroquia de Nogueira, quizás la que mayor tradición tiene en la ribera chantadina en la celebración del antroido, vuelve este año a retomar las buenas costumbres», comenzaba una información publicada en La Voz el 20 de enero de 1994. Por entonces los vecinos de la localidad se preparaban para recuperar el Entroido Ribeirao —o antroido, como se escribía a veces por entonces—, un festejo tradicional que llevaba mucho tiempo sin celebrarse en la localidad. En los años precedentes, el carnaval rural de Chantada ya se había retomado en otras localidades del municipio, como Vilaúxe, Líncora y Santiago de Arriba. Ahora se sumaría también Nogueira de Miño, donde el Domingo Lambedoiro —primera jornada del tradicional ciclo festivo— se celebraría el 30 de enero.

El factor principal para la recuperación del festejo en Nogueira —decía asimismo la información de La Voz— era el interés de un grupo de vecinos del municipio, originarios de la parroquia, en volver a organizarlo «después de muchos años en que la despoblación del lugar impidiera disponer de un grupo suficiente de personas como para llevar adelante todos los detalles del antroido». Los organizadores del Entroido Ribeirao en la localidad, por otro lado, estaban en conversaciones con el gobierno municipal a fin de conseguir una ayuda económica y tenían previsto invertir unas 350.000 pesetas en la recuperación del festejo, «aunque la cuestión económica es secundaria en un pueblo que ha retomado con más ilusión que nunca una tradición que los hizo famosos y que habían perdido hasta este año», decía por otro lado la información publicada en este diario.

Algo más adelante, el 6 de febrero, La Voz informó de que el Domingo Lambedoiro había atraído a Nogueira de Miño a un centenar y medio de visitantes y que esta localidad era además la única del municipio que se había animado ese año a celebrar el Entroido Ribeirao. Las parroquias de Vilaúxe y San Pedro de Líncora, que lo habían hecho en años anteriores, en esa ocasión decidieron renunciar por diferentes razones. «Los vecinos de Santiago de Arriba, lugar con gran tradición en este tipo de celebraciones, tampoco lo harán a pesar de que se había especulado en un principio con que este año sí recuperasen la costumbre», explicaba la noticia.

El motivo principal era la falta de gente joven para desempeñar los papeles de los volantes, peliqueiros y mecos —los personajes típicos del festejo— y para representar las farsas conocidas como «oficios». En las parroquias que habían organizado el carnaval tradicional en años precedentes —añadía La Voz— «las comisiones vecinales se han desintegrado o han acabado por abandonar la idea, al menos momentáneamente».

Otra información publicada en este diario el siguiente 11 de febrero contaba que los organizadores del Entroido Ribeirao de Nogueira de Miño habían sido invitados a participar ese mismo día en el programa Luar de TVG, que ya gozaba por entonces de una gran popularidad que se ha mantenido hasta hoy. Una veintena de vecinos de la parroquia se habían desplazado con esta finalidad a Santiago, diez de ellos ataviados con los atuendos típicos del festejo. «El contacto se produjo a través del alcalde de Chantada, a quien se dirigieron desde el programa para conectar con los vecinos de Nogueira, que aceptaron encantados la invitación del popular Xosé Ramón Gayoso», decía asimismo la noticia.

El Entroido Ribeirao volvió a celebrarse en Nogueira los dos años siguientes, pero en 1997 ya no ocurrió lo mismo. Según una información publicada en La Voz el 22 de enero de ese año, los promotores anunciaron que habían decidido cancelar el festejo debido al reciente fallecimiento de varias personas vinculadas a su organización, pero al mismo tiempo manifestaron su intención de recuperarlo más adelante.

Desde hace ya mucho tiempo, el Entroido Ribeirao se concentra en la parroquia de Santiago de Arriba y su organización corre a cargo de una asociación que fue creada expresamente con este fin.

Una ardua búsqueda de campanas en un radio de treinta kilómetros

Cuando los vecinos de Nogueira de Miño se disponían a resucitar el Entroido Ribeirao en 1994, según informó en su momento La Voz, sacaron del baúl los antiguos trajes que llevaban mucho tiempo sin utilizarse. El 20 de enero, los preparativos estaban tan avanzados que los organizadores ya habían conseguido reunir medio centenar de campanas, recogidas en un radio de unos treinta kilómetros. Estas piezas, que portan los personajes conocidos como peliqueiros —incluido el llamado volante, que se caracteriza por el espectacular sombrero con cintas de colores conocido como pucho— siempre han sido las más difíciles de conseguir para los organizadores del festejo. «Estas campanas tienen un sonido especial que les proporciona el metal del que están construidas y difícilmente pueden hallarse en el mercado», rezaba la noticia. Estas piezas solo estaban a la venta en algunos comercios de Portugal. El Ayuntamiento de Chantada, por otra parte, destinó ese año 100.000 pesetas para ayudar los organizadores del tradicional festejo.