Reconstruyen la historia de Fermín Gutiérrez Lada, muerto en Chantada en 1953
17 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El próximo sábado se cumplen 75 años de la llamada batalla de Repil, un choque armado entre un grupo de guerrilleros antifranquistas y guardias civiles que se produjo en 1949 en el límite entre los municipios de Monforte y A Pobra do Brollón, y que se saldó con seis muertes. Al cabo de este tiempo se siguen recuperando datos desconocidos relacionados con aquellos hechos. Entre ellos figuran las peripecias de Fermín Gutiérrez Lada, uno de los dos únicos guerrilleros que sobrevivieron al enfrentamiento. El otro fue Saúl Mayo Méndez, que murió en 1950 en otro tiroteo en el municipio coruñés de Oza-Cesuras. Gutiérrez sobrevivió hasta 1953 y se quitó la vida al verse cercado por la Guardia Civil en la parroquia de San Vicente de Argozón, en Chantada.
El historiador Santiago Macías ha reconstruido —dentro de lo posible— esta última etapa de la vida del guerrillero con la ayuda de sus familiares, a los que consiguió localizar en sus investigaciones. Según explica, Fermín Gutiérrez procedía de la localidad de La Nueva —en el municipio asturiano de Langreo—, donde residió hasta 1946 y donde operaba como enlace de las guerrillas antifranquistas. Durante la Guerra Civil había combatido con el ejército republicano, en el que llegó al grado de sargento. «Cuando la policía franquista descubrió lo que hacía, él mismo se incorporó a las guerrillas junto con Manuel Zapico Terente, que era también de La Nueva y que murió en París en el 2004», señala.
Fermín Gutiérrez Lada —conocido como Segura— estuvo primeramente en el Bierzo y después se desplazó a Galicia. En 1949 se vio envuelto en los sucesos de Repil formando parte de un grupo encabezado por Evaristo González Pérez —conocido por Rocesvinto—, entonces jefe del sector lucense de la segunda agrupación del Ejército Guerrillero de Galicia. En el enfrentamiento recibió un tiro en una mandíbula, pero consiguió huir y esconderse, reincorporándose después a la resistencia armada.
Tras los sucesos de Repil, indica por otro lado Santiago Macía, la dirección de las guerrillas redistribuyó sus fuerzas, enviando a algunos de sus integrantes al Bierzo y otros a la provincia de Lugo. Entre estos últimos se encontraba Fermín Gutiérrez Lada, que a pesar de las circunstancias extremas por las que pasaba consiguió mantenerse en contacto con sus familiares en Asturias. Incluso llegó a enviar a su hermana una fotografía suya en la que se puede apreciar la cicatriz que dejó el disparo en la mandíbula. La imagen ha sido conservada por un sobrino —del que también era padrino— que lo llegó a conocer de niño antes de que se incorporase a las guerrillas. «No sé con certeza cómo hizo para enviar mensajes y fotos a su hermana, pero evidentemente no utilizó el correo ordinario», dice el historiador. Gutiérrez Lada, junto con otros guerrilleros que operaban en el territorio lucense, se sumó al grupo encabezado por José Castro Veiga —conocido como Piloto—, que sería abatido el 10 de marzo de 1965 en las cercanías de la presa de Belesar.
El guerrillero asturiano fue sorprendido por agentes de la Guardia Civil en Argozón el 10 de octubre de 1953. «Le dieron el alto en un control rutinario y huyó para esconderse en una casa, pero al ver que no podría escapar se disparó un tiro en una sien, aunque no murió al momento», apunta Santiago Macías. «Los guardias civiles lo llevaron a Chantada, pero falleció por el camino», añade. El historiador localizó la partida de defunción, en la que se registró que la muerte se había debido a una «hemorragia cerebral». Después fue enterrado en Chantada. «Si hubiese muerto de inmediato en Argozón, seguramente lo habrían enterrado allí mismo», comenta por otro lado el historiador.
Represalias contra la familia
Los familiares de Gutiérrez Lada, dice además Macías, «siguieron sufriendo represalias e incluso torturas durante un año y pico después de su muerte». Esto se debió —añade— a que la Guardia Civil no lo había identificado correctamente tras su fallecimiento, por lo que se tardó un tiempo en reconocer que ya no estaba vivo. «Al principio lo identificaron como Fermín Gómez Segura y así figura en la partida de defunción, debido al apodo que tenía en la guerrilla, pero más adelante se corrigió ese error y entonces de dejaron de perseguir a los parientes», concluye.
Una jornada divulgativa rememorará los sucesos de 1949 en el centro cultural A Casa da Memoria, en Bóveda
Santiago Macías dará una conferencia sobre los últimos años de Fermín Gutiérrez Lada en una jornada divulgativa sobre los sucesos de Repil que se celebrará el sábado en el centro sociocultural A Casa da Memoria, situado en la localidad de Xullán, en el municipio de Bóveda. Las actividades empezarán con un acto de presentación a las 10.00 horas. Media hora después habrá una intervención de la escritora Olga Novo bajo el título «Historia dunha améndoa». La charla de Macías empezará a las 11.00 horas.
A las 11.30 habrá una conferencia del historiador Mario Bueno Agudo acerca una investigación sobre las cartas personales de los guerrilleros antifranquistas y a las doce del mediodía el editor Paco Macías —responsable de Edicións Positivas— presentará tres libros sobre esta temática.
Por la tarde, a partir de las 17.00 horas, también habrá una serie de conferencias en la Casa de Cultura de A Pobra do Brollón a cargo de los historiadores y arqueólogos Carlos Tejerizo, Marianna Bucchioni, Tania González Cantera, Agnese Giannini y Rodrigo Paulos Bravo. En estas conferencias se abordarán diversos aspectos de la historia de las guerrillas en España e Italia. La jornada terminará con una visita guiada al exterior de la casa cuartel de la Guardia Civil de A Pobra do Brollón. En la organización colaboran la asociación vecinal de la parroquia de Cereixa, la fundación A Memoria é Náufraga, el Instituto de Ciencias del Patrimonio y el Instituto de História Contemporânea de Lisboa.