Apuros en las casas nido de Lugo: «Por coger la baja de maternidad tengo que vivir con unos 700 euros»

CARLOS CORTÉS / UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

FOLGOSO DO COUREL

Pilar de Valcárcel, responsable de la Casa Niño de Folgoso do Courel
Pilar de Valcárcel, responsable de la Casa Niño de Folgoso do Courel CEDIDA

Pilar de Valcárcel, responsable de la casa nido de Folgoso do Courel, denuncia que el dinero no les da para pagar sustitutos. «Non podo coller a baixa médica», asegura otra compañera

09 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La provincia de Lugo dispone en la actualidad de 26 casas nido, los centros de atención a la infancia de entre 0 y 3 años que ha ido abriendo la Xunta en municipios pequeños, como manera de compensar la habitual falta de alternativas para la conciliación familiar. El modelo elegido pasa por pagar a profesionales autónomos o a cooperativas de trabajo asociado una cuota fija anual de algo más de 21.000 euros a cambio de la prestación de este servicio. Las primeras empezaron a funcionar hace ya siete años, pero la mayorá son más recientes. Algunas de las profesionales que las atienden se están encontrando con la paradoja de que su compromiso laboral con este servicio las pone en un aprieto si deciden quedarse embarazadas. No deja de ser una paradoja para un servicio que al final pretende revertir la caída demográfica de la Galicia más rural.

Es el caso de Pilar de Valcárcel, la responsable de la casa nido de Folgoso do Courel, que está embarazada y se va a pasar ocho meses apartada del trabajo, los cuatro primeros de baja médica y los demás de baja por maternidad. Tiene que correr con todos los gastos laborales de la persona que la está sustituyendo y apenas le salen las cuentas.

Incluso teniendo en cuenta que ahora los autónomos también cobran cuando están de baja, ella va a tener que vivir con unos 700 euros al mes, bastante menos que el salario mínimo. «Y menos mal que el Ayuntamiento de Folgoso pone el local en el que está la casa nido y corre con los gastos de luz y demás, porque si no sería todavía peor», explica. Y renunciar no es una opción, porque si no mantiene la casa nido abierta los tres años que se comprometió a hacerlo tendría que devolver todo el dinero que haya cobrado de la Xunta por este servicio.

La responsable de la casa nido de Folgoso do Courel, que en estos momentos atiende a cuatro niños, se puso en contacto con la Xunta cuando confirmó su embarazo para tratar de mejorar su remuneración o de que fuese la administración pública la que corriese con los gastos de seguridad social de la persona que la sustituye. Les envió un escrito en el que contaba su caso. Consiguió que le adelantasen ya en enero el 90% de los 21.560 euros que le pagan al año, pero no que le subiesen la asignación. «Si gestionas una casa nido tienes que pensarte mucho si te embarazas —se queja a modo de resumen—, o si enfermas».

«Non podo coller a baixa médica»

El de Pilar no es el único caso de la provincia, sino que otra compañera embarazada, en un concello de menos de mil habitantes, tuvo que coger la baja de maternidad en octubre: «Quédame ao mes menos do salario mínimo». A esta le corresponden unos 21.500 euros anuales. «Primeiro tiven que facer a reforma do local, déronme 15.000 euros pero tiven que poñer máis, empecei en negativo». Resalta que debe darse de alta como autónoma, pagar los seguros y también luz, agua, calefacción y los materiales. Los primeros meses parecía que las cuentas cuadraban, pero todo cambió con el embarazo: «No meu caso, si me pagan a seguridade social de persoa contratada pero non o soldo, co que o beneficio é moi xusto».

Las dudas sobre embarazarse o no pueden resultar paradójicas en un servicio creado para incrementar la natalidad, pero la falta de soporte económico también afecta a los encargados que sufren alguna enfermedad. Otra lucense responsable de una Casa Niño cuenta que tiene prescrita una baja por su médico, pero no la coge «porque non chega o diñeiro». Explica que no podría contratar a una persona asegurada la jornada completa. «As veces que tiven que chamar a unha substituta xa me custou, en parte porque non hai unha lista a que podamos recorrer», explica. En una de las ocasiones que tuvo que ir al HULA, además de pensar en lo que le pasaba tenía que estar llamando para conseguir contratar a alguien: «É moi duro traballar así porque tampouco os quero deixar con calquera persoa».

La emprendedora solo pide que lo que pague la Xunta se corresponda con los gastos que tienen que asumir si deben coger una baja. «Eu estou pensando en deixalo porque psicoloxicamente está sendo moi complicado», asegura.

En la consellería dicen estar abiertos a solucionar problemas y recuerdan la reciente subida

En la Consellería de Política Social, el departamento de la Xunta que puso en marcha y mantiene las casas nido, explican que cuando algún gestor se pone en contacto con ellos para advertir de algún problema tratan de buscar una solución y que están abiertos a mejorar las condiciones si llegan a la conclusión de que es preciso hacerlo. Como pasó hace unos meses cuando la consellería optó por incrementar un 10% el pago anual, como respuesta a los problemas creados por el alza generalizada del coste de la vida. Además, aprobaron un pago extra de 500 euros para la sustitución de material desgastado o deteriorado para aquellos centros que llevan más tiempo abierto.

En todo caso, los portavocs de la consellería también recuerdan que las condiciones económicas que cobran los que se hacen cargo de estos centros la conocen todos antes de fimar. Y añaden que la consellería se hace cargo también de los gastos de acondicionamiento y de equipamiento de los locales en los que van a abrir las casas nido. Y que muchos ayuntamientos, como el de Folgoso do Courel, colaboran con la cesión de locales o con ayudas para gastos corrientes, como la energía eléctrica o el agua.