El primer año del centro verde de Monforte, por debajo de las expectativas
MONFORTE DE LEMOS
Recogió 91 toneladas de productos en su primer año de funcionamiento
28 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Costó ponerlo en marcha y no parece estar cubriendo las expectativas. El punto de depósito de residuos empresariales e industriales del polígono de Monforte recogió durante el 2014 algo más de 91 toneladas de residuos. Los estudios en los que se basó su puesta en marcha apuntaban que la comarca de Monforte generaba alrededor de mil toneladas de residuos susceptibles de ser recogidos en unas instalaciones de estas características. Pero claro, esa previsión estaba hecha antes de que la crisis se llevase por delante al sector de la construcción.
El denominado centro verde del polígono industrial de O Reboredo está operativo desde finales de noviembre del 2013. Por lo tanto, el balance difundido ayer por el Ayuntamiento es el primero que recoge los resultados del funcionamiento de este servicio en un año completo. En la delegación de Medio Ambiente todavía tienen que analizar estos datos con la empresa que gestiona el servicio, pero el concejal encargado de este área, Antonino Luaces, adelanta que probablemente los resultados no cubrirán las expectativas. «Hai que velos con calma -dice Antonino Luaces-, pero a nosa impresión é que se recolleu menos do que todos o previamos».
El centro verde abrió a finales del 2013, pero se trata de un proyecto gestado años atrás, durante la Xunta bipartita. La construcción todavía no había caído y el volumen de escombros que generaba esta actividad en Monforte estaba a punto de llenar por completo el punto de vertido habilitado en la antigua fábrica de cerámica de O Castelo. Los empresarios de la zona temían tener que asumir los costes del traslado de sus residuos a otras plantas lejos de Monforte y reclamaban una solución.
Costó medio millón
Cuando en el 2009 empezó la construcción de estas instalaciones, la crisis económica ya había estallado y el volumen de residuos generado por las empresas de la comarca ya estaba lejos del que había sido. En marzo del 2010 terminaron las obras, tras una inversión de aproximadamente 500.000 euros de la Consellería de Medio Ambiente, y el Ayuntamiento todavía buscaba una empresa dispuesta a hacerse cargo de la gestión de este nuevo servicio. No la encontraría hasta tres años y medio después. Una unión temporal formada por la empresa Recinor, perteneciente al grupo J. Rilo y especializada en la gestión de residuos de la construcción, y la monfortina Suministros Gallegos, se hacía cargo del proyecto.
El Ayuntamiento le adjudicaba el centro verde a cambio de que sus gestores pagasen un canon anual de algo más de 27.000 euros. El contrato tenía una vigencia inicial de un año, prorrogable automáticamente si ninguna de las partes lo denunciaba.
El 83% de todo lo entregado son escombros de obra
El balance difundido ayer por el Ayuntamiento de Monforte demuestra que el punto limpio industrial recoge sobre todo residuos de la construcción. Los llamados desechos voluminosos, denominación que engloba el escombro de obra, proporcionaron durante el año 2014 el 83% de todo el material recogido en estas instalaciones. Los 76.520 kilos de este tipo de productos entregados en el punto limpio no admiten comparación con ninguno de los otros tipos de basura que también gestiona.
Tras los escombros, los restos de madera son los siguientes, con el 9% del total. El tercero son los aceites vegetales, que alcanza el 5%, El restos de los materiales se mueven en cifras poco más que simbólicas. A modo de anécdota, la lista la cierran los tubos fluorescentes, de los que solo constan dos kilos entregados en el centro verde de Monforte en el 2014. El centro verde recoge cualquier tipo de residuo no peligroso que genere una empresa. El punto limpio del mercado ganadero recoge los mismos materiales, pero solo a particulares.
Costó medio millón
El concejal de Medio Ambiente de Monforte recuerda que uno de los problemas con los que se encontraron a la hora de encontrar empresas que quisiesen hacerse cargo de este servicio era que no estaban dispuestos a que el Ayuntamiento tuviese que pagar una cuota de partida para mantenerlo. «
Se chegamos a ofrecer iso, seguro que aparecen máis empresas dispostas
», explica.