Multa para una empresa de Monforte por almacenar castañas en mal estado

MONFORTE DE LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Fueron exportadas a Italia, pero cerca de la mitad llegaron con moho

13 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una empresa monfortina que se dedica a la compra y venta de productos alimenticios fue multada por el Seprona por almacenar en sus instalaciones toneladas de castañas en mal estado. Su propietario llegó incluso a litigar judicialmente para conseguir cobrárselas a un empresario ourensano al que se las había enviado para su exportación a Italia y Rusia. Un juzgado le dio inicialmente la razón, pero la audiencia provincial de Ourense acaba de revocar aquella sentencia, en una decisión que ya es firme y que condena a la firma de Monforte a pagar las costas del procedimiento judicial.

El empresario monfortino Jacinto Álvarez utilizaba en el 2013 dos naves del polígono industrial de O Reboredo como almacén para diferentes productos. Una revisión efectuada en noviembre de aquel año por agentes del Seprona e inspectores de sanidad derivó en la imposición de una multa de 5.000 euros por almacenar y distribuir castañas «sen rexistro e en condicións insalubres», según la documentación que obra en poder de la Dirección Xeral de Saúde Pública.

La reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Ourense recoge que en una de esas dos naves «se hallaban nueve palés de 149 sacos de castañas con un peso medio de 40 kilogramos cada saco con presencia de gusanos alrededor, gran humedad, escorrentías de agua de lavado, pieles y malos olores, hallándose los palés sucios de sangre y sal». Las castañas no eran aptas para el consumo «por evidente riesgo de contaminación externa». En la otra nave, que en tiempos disponía de licencia para operar como almacén y lugar de tratamiento de «subproductos de origen animal no destinados al consumo humano» pero que en aquel momento había sido dada de baja, «se encontraban almacenadas castañas en sacos procedentes de piensos, semillas, etc., depositados sobre palés procedentes de la anterior actividad». Los inspectores hicieron constar también que en el suelo «había pieles, contenedores de sal y aguas», así como «roedores, pájaros y gusanos».

Precisamente en aquel mes de noviembre fue cuando el almacenista monfortino le vendió ochenta toneladas de castañas a una empresa ourensana de larga trayectoria en la comercialización de este fruto. La mayor parte de ese cargamento fue exportado en diferentes envíos a Italia y una parte más pequeña a Rusia.

El 40%, con moho

A principios de diciembre, el importador italiano empezó a efectuar reclamaciones a la empresa ourensana. La mercancía se encontraba en mal estado. Algo más de un 40% de las castañas presentaban moho, lo que las hacía inservibles para el consumo. En vista de ello, la empresa ourensana decidió paralizar los pagos pendientes con su suministrador monfortino, aunque finalmente llegó a abonarle una parte de lo inicialmente comprometido.

A pesar de todo, Jacinto Álvarez García decidió presentar una demanda judicial en la que reclamaba el pago de 63.436 euros más, a los que habría que sumar los intereses de demora desde mediados del 2014. La empresa monfortina consiguió que el juzgado de instrucción número cinco de Ourense le diese la razón. La titular de este juzgado, Ana María Gómez Bande, no incluyó en su fallo el informe del servicio de salud pública y en vez de eso argumentó que no había quedado probado que la empresa ourensana hubiese almacenado en buenas condiciones las castañas que le habían sido enviadas desde Monforte.