La sentencia de la Audiencia Provincial de Ourense da la vuelta a la que había dictado en primera instancia el juzgado número cinco de esa localidad. Si el primer fallo afirmaba que el empresario ourensano no había logrado acreditar que había conservado en buen estado en su nave las castañas que le habían llegado de Monforte, la segunda sentencia sostiene que no hay prueba alguna de lo contrario. No es suficiente, argumentan los jueces que firman esta última resolución, «la mera declaración del vendedor de que la temperatura en dicha nave fuera de 30 grados, lo que resulta ciertamente improbable debido a que la demandada es una empresa con una importante actividad relacionada con la comercialización y tratamiento de castañas que obviamente conoce las condiciones en que han de ser conservadas, y en noviembre y diciembre las temperaturas en el lugar en que están ubicadas son realmente bajas, rondando las mínimas 3 o 4 grados».
Más multas
Esta multa por almacenar castañas en mal estado no es la última a la que ha tenido que hacer frente en los últimos años la empresa que dirige Jacinto Álvarez en Monforte. Su nombre apareció vinculado en febrero del 2013 a una investigación sobre una supuesta trama de piensos en los que la Guardia Civil aseguró haber encontrado ADN de perro. Según informaciones publicadas en aquel momento, en los dos años previos la empresa de Monforte le habían sido incoados al menos cinco expedientes sancionadores, con multas de hasta 3.900 euros.