Un carpintero para toda la vida

noelia álvarez MONFORTE / LA VOZ

SOBER

ROI FERNANDEZ

Ruperto Álvarez acaba de fabricar una bicicleta hecha íntegramente con madera

23 jul 2016 . Actualizado a las 22:15 h.

Ruperto Álvarez Vázquez cumplirá 96 años el próximo mes de septiembre. Empezó en el mundo de la carpintería cuando era un niño y asegura que todo lo que sabe lo aprendió por él mismo. «Aprendín eu só facendo unha mesiña de noite, despois fixen as rodas dun carro e empecei a interesarme por este mundo», explica. Compaginaba su trabajo en el campo con la carpintería. «Facía todos os encargos que me pedía a xente». Vive en Vilaescura, Sober, donde aprovechó la antigua cuadra de la casa destinada a las gallinas para fabricar su propio taller. Desde que se jubiló hace 31 años lo único que le ayuda a pasar el tiempo es seguir construyendo cosas de madera. Sillones, mesas, figuras de decoración, toda su casa está hecha por él.

A pesar de estar jubilado, Raimundo tiene una rutina muy marcada. Se levanta a las nueve de la mañana para trabajar en el campo y después en el taller, hace un parón para comer y dormir la siesta y vuelve a su particular carpintería. Así todos los días excepto los domingos que aprovecha para ir a misa y descansar.

Su última obra de arte es una bicicleta fabricada con madera de roble. «Levoume facela vinte días mais ou menos e anda perfectamente», explica Raimundo mientras enseña su bicicleta con orgullo. Entre todas las figuras que hay en su casa llama la atención una réplica de la iglesia de Vilaescura, del castillo de San Vicente y de la casa consistorial de Sober con todo tipo de detalles. También es el artífice de un amplio belén, dotado de todas las figuras y espacios propios, que colocan al lado del cruceiro de la iglesia de Vilaescura todas las Navidades.