La plaga de los robles rebrota por la sequía y la falta de prevención

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

SOBER

Hace años que la administración no aplica fumigaciones en primavera

21 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaga de escarabajos que seca las hojas de los robles llevaba años sin rebrotar, después de diferentes campañas sucesivas de fumigaciones preventivas que habían ayudado a frenar su expansión. Las poco comunes condiciones meteorológicas del invierno y la primavera del 2016 han hecho proliferar de nuevo la población de Altica quercetorum en diferentes puntos del sur de la provincia de Lugo. Si el tiempo seco puso las condiciones ideales para su reproducción, la falta de prevención hizo probablemente el resto. Esta primavera no hubo en fumigaciones preventivas en ningún punto de la provincia de Lugo.

Fuentes de la jefatura provincial de la Consellería de Medio Rural admiten que hace ya años que no se llevan a cabo las campañas de prevención que se hicieron habituales tras las plagas sucesivas de la primera década de este silo. No parecía necesario, porque hace tiempo que no se detecta la presencia de este coleóptero en cantidades preocupantes. De hecho, su vuelta este año tampoco ha sido masiva más que en un área geográfica bien delimitada.

Mucho más limitado

En la provincia de Lugo, los años en los que estaba más extendida, había presencia de altica sobre todo en la zona centro y en la mitad sur. En esta ocasión, el rebrote ha sido mucho más limitado. En la consellería solo tienen constancia de su presencia en los municipios de Monforte, Bóveda y Sober. Los expertos sospechan que este escarabajo se extendió en Galicia a través de las carreteras a partir de la comarca de O Ribeiro, la primera zona en la que fue detectada en los años ochenta. De hecho, sus huellas son especialmente visibles entre Monforte y Bóveda en las masas de robles que se extiende al lado del primer tramo del corredor a Sarria y a Lugo. También se ven muchos robles con las hojas secas entre Monforte y Sober al paso de la carretera provincial que une estas dos localidades.

Fumigar en primavera

Los tratamientos preventivos habituales se llevan a cabo a principios de primavera, cuando las larvas son todavía pequeñas. Los productos empleados contra los ejemplares que están en esa fase de desarrollo de este coleóptero son los más selectivos entre los que se han demostrado eficaces frente a la altica. Eso quiere decir que su incidencia sobre el resto de la fauna es menor. En este momento del año todavía sería técnicamente posible fumigar con otro tipo de tratamientos, que no son agresivos con los ejemplares adultos pero sí con larvas más desarrolladas que las habituales en primavera.

Sin embargo, el uso de estos plaguicidas es controvertido por los efectos que tienen sobre otros insectos, como las abejas. De hecho, los productos que se empleaban en el control de esta plaga hace años están ahora prohibidos por la Unión Europea.

Un coleóptero que no mata el árbol, pero lo hace más vulnerable

En realidad, los efectos que provoca la Altica quercetorum sobre los robles son fundamentalmente estéticos. Este insecto se alimenta del tejido de la hoja y las esqueletiza. A los robles afectados se les seca el follaje y presentan un aspecto prematuramente otoñal.

En cualquier caso, la acción de este escarabajo por si sola no provoca la muerte de los árboles. Lo que hace es debilitarlos y dejarlos vulnerables a otras plagas más dañinas. De todas formas, en la jefatura provincial de la Consellería de Medio Rural aseguran que no hay constancia de ningún caso de mortandad masiva de robles asociada aunque sea indirectamente a este insecto.

Recuperar las fumigaciones

En todo caso, todo apunta a que la fumigación a estas alturas del año es una opción más que remota. Descartada esa posibilidad, Medio Rural tendrá que valorar si merece la pena recuperar las fumigaciones la primavera que viene, al menos en los tres municipios afectados por el brote de este año.