Un antiguo miembro de la Banda de Sober, de misión en la Antártida

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Pablo Álvarez Balsa participa en una campaña del Ejército de Tierra en la isla antártica de Decepción
Pablo Álvarez Balsa participa en una campaña del Ejército de Tierra en la isla antártica de Decepción CEDIDA

Pablo Álvarez, con raíces familiares en este municipio, participa en una campaña del Ejército de Tierra en la base española de la isla Decepción

23 feb 2024 . Actualizado a las 19:55 h.

Un ourensano con raíces familiares en Sober, Pablo Álvarez Balsa, participa en la actual campaña del Ejército de Tierra en la base antártica española Gabriel de Castilla. La misión se desarrolla en la isla Decepción, perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur, a un centenar de kilómetros del continente antártico y a 13.000 kilómetros de la península ibérica. Fernández forma parte de un equipo de trece militares que se encarga de prestar apoyo logístico a las tareas de investigación científica que lleva a cabo en la Antártida el Ministerio de Ciencia e Innovación, así como a los proyectos de estudio y experimentación del Ejército de Tierra.

Según explica Pablo Fernández, que tiene el rango de capitán, su trabajo consiste en asegurar las comunicaciones con España —mediante conexión por satélite— y con los investigadores de la base que trabajan en la isla Decepción. «Hay personas que andan moviéndose por otras partes de la isla para hacer sus trabajos de investigación y tenemos que estar pendientes de dónde se encuentran en cada momento», señala.

A un kilómetro de la base española se encuentra una estación científica argentina, llamada Base Decepción. «Tenemos buena relación con ellos, pero nuestro trabajo es ante todo mantener la comunicación con España por teléfono e internet», dice Fernández. «También me ocupo de las publicaciones de esta misión en las redes sociales, para difundir el trabajo que se hace aquí», añade.

La campaña en la que participa Pablo Fernández comenzó el pasado 31 de diciembre —recién iniciado el verano antártico— y terminará el 6 de abril. El equipo salió de España el 22 de diciembre y pasó la Nochebuena en la ciudad de Ushuaia —en la parte argentina de la Tierra del Fuego— antes de dirigirse a la isla Decepción en el buque oceanográfico Hespérides.

Adopción de pingüinos

Pablo Fernández, que reside en Zaragoza por motivos laborales, mantiene una estrecha relación con Sober, de donde es su familia paterna. «Durante mucho tiempo formé parte de la Banda de Sober y acudía todos los veranos a los ensayos», recuerda. El próximo 1 de marzo mantendrá una videoconferencia desde la base Gabriel de Castilla con los alumnos del colegio público soberino Virxe do Carme en la que les explicará cómo pueden participar en una campaña de apadrinamiento de los pingüinos de la isla Decepción. «Es una iniciativa simbólica para dar a conocer a los niños los trabajos de investigación y conservación de la naturaleza que se desarrollan en la base, que tienen mucha relación con el cambio climático», señala.

La base de la isla Decepción, creada en 1989, es una de las dos estaciones españolas permanentes en la Antártida. La otra es la base Juan Carlos I, situada en la isla Livingston. Pablo Fernández fue seleccionado para participar en esta misión por experiencia en terrenos fríos y montañosos, ya que está adscrito al centro de comunicaciones de Jaca. Antes de participar en esta campaña se estuvo adiestrando en el manejo de los equipos de transmisión en Panticosa, en el Pirineo aragonés. Y también participó en una fase de entrenamiento para la navegación en O Grove, donde los militares se familiarizaron con las embarcaciones que utilizan para desplazarse por la isla Decepción.