Gloria Fuertes, poetisa de literatura infantil y cuentacuentos de toda una generación

La Voz REDACCIÓN

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Con su estilo único basado en la simplicidad del mensaje que quería transmitir acercó un género literario poco habitual a los más pequeños de la casa. Sus versos siguen teniendo vigencia hoy en día y son recitados en muchas escuelas

28 jul 2016 . Actualizado a las 19:52 h.

Gloria Fuertes no contó con la gracia en vida de las altas esferas literarias, aunque eso fue algo que poco le preocupó durante sus 81 años de vida. Con el paso del tiempo y gracias a la fidelidad de sus lectores se ha convertido en una escritora básica de las más selectas estanterías. Hoy, cuando se cumplen 99 años de su llegada al mundo de la poetisa por excelencia de la literatura infantil española, Google ha decidido homenajearla con uno de sus tradicionales doodles.

Su pasión por la literatura infantil se fue contagiando a multitud de generaciones, y eso a pesar de que la poesía se consideraba como uno de esos géneros complicados y distante de los paladares literarios más inocentes, por eso si cabe, la figura de Gloria Fuertes tiene todavía más valor.

Nacida en el seno de una familia humilde, su madre era sirvienta y costurera y su padre bedel, empezó a destacar en esto de las letras siendo bien pequeña. Gloria Fuertes aprendió a leer y a escribir con solo cinco años, poniendo la primera semilla de una pasión que ya nunca dejaría de lado hasta convertirse en la poetisa por excelencia de la literatura infantil y la cuentacuentos de toda una generación de niños.. De nada sirvieron los múltiples intentos de su familia, que se empeñaron en que fuera modista, porque ella tenía alma de escritora. Tanto es así, que con pocos años, su primera máquina de escribir era su mejor juguete.

Gloria Fuertes no obtuvo en vida el reconocimiento que merecía por su obra literaria, pero sus creaciones y sobre todo su figura ha marcado de una forma u otra a toda una generación que se acercó a la poesía y entre la que fomentó la lectura a través de unos textos llenos de disparatadas rimas, tiernos mensajes y una lectura sencilla. Su interés por las letras y por llamar a las cosas por su nombre a través de la poesía le vino de muy joven. Con tan solo catorce años Gloria Fuertes comenzó a escribir versos y con diecisiete completó su primer libro de poemas, Isla ignorada, que no sería publicado hasta 1950.

Hablar de Gloria Fuertes es hablar de la generación del 50 y del postismo literario, del que se empapó para llenar cada uno de sus versos de humor, y surrealismo con pinceladas de humanismo y antibelicismo tras la huella que dejó en ella la Guerra Civil. «Con catorce años me pilló la guerra», aseguraba la misma Gloria Fuertes a la que las secuelas bélicas empujaron a convertirse en una de las poetas más reconocidas. Porque Gloria Fuertes supo contar algunas de las miserias más grandes del conflicto con la inocencia y el humor que tanto la caracterizaba. 

Y aunque Gloria Fuertes ya se había consolidado en los años 70 como el referente de la poesía infantil, su participación en programas infantiles como Un globo, dos globos, tres globos y posteriormente en La cometa blanca la convirtieron para siempre en la poetisa de los niños. Su voz rota unida a su particular forma de recitar no pasaron inadvertidas entre los más pequeños ni tampoco en el dúo cómico Martes y Trece, que recurrieron a ella en su Especial de Nochevieja de 1986.

Su actividad literaria fue prolífica. Desde los quince años hasta los ochenta, edad a la que falleció, Gloria Fuertes escribió cuentos infantiles, cientos de poemas recogidos en varios libros entre los que destacan Canciones para niños (1952), Don Pato y Don Pito (1970) o El pirata mofeta y la jirafa coqueta (1986), obras de teatro como La princesa que quería ser pobre (1942) y literatura para adultos. Dentro de esta última categoría consiguió el Premio Gipúzcoa de 1965 por Ni tiro, ni veneno, ni navaja.

El mejor homenaje que pudo recibir Gloria Fuertes cuando falleció en 1988 víctima de un cáncer de pulmón en el Hospital de la Princesa de Madrid fue el silencio que inundó los pasillos la mayoría de colegios españoles cuando la noticia llegó hasta las aulas. La escritora aseguraba sentirse «marginada por intelectuales y críticos, pero no por la gente de la calle» tal y como quedaba evidenciado en las librerías, ya que cada publicación de Gloria Fuertes se agotaba en un suspiro.

El amor, el dolor, la muerte o la soledad son los cuatro pilares sobre los que se asienta la poesía de la gran Gloria Fuertes, cuatro temas que vienen siempre aderezados con un buen puñado de metáforas, y juegos lingüísticos. Porque la poesía de Gloria Fuertes es mucho más compleja de lo que muchos creen. Es más, las letras de poemas como Lo que me enerva o Me siento abierta a todo han llevado a muchos a especular sobre su homosexualidad.

Gloria Fuertes
Gloria Fuertes LEANDRO

José Morán Orti, el editor de la mayoría de sus libros, explicó que Gloria Fuertes murió en una situación de desamparo, sola en casa, sin hablar con nadie durante 24 horas, pero que a pesar de la enfermedad que la iba comiendo poco a poco, no dejó de recitar poesía «para saber que no había perdido la voz».

Una de las claves del éxito de Gloria Fuertes es que no trató a sus lectores como seres poco inteligentes, sino como individuos capaces de entender la acidez de su humor. Sus poemas, llenos todos ellos de sensibilidad social, bondad y ternura, permanecerán para siempre en la memoria y en los sentimientos de niños y adultos que todavía hoy cantan aquello de «un globo, dos globos, tres globos...».

El tabaco, su gran vicio confesable, se la llevó. A los 81 años, y aquejada de un grave cáncer de pulmón, Gloria Fuertes se marchaba dejando mudos a los niños de medio mundo, los mismos que años después intentan contagiar a sus hijos de la pasión por la poesía con la que ellos disfrutaron.

Entender la obra de Gloria Fuertes 

La obra de la autora madrileña siempre estará vinculada de algún modo a la literatura infantil y al mundo de los animales, aunque también dejo versos en los que mostraba su preocupación acerca de la muerte o las desigualdades en el planeta, como su célebre Niños de Somalia. También llama la atención que en alguien tan prolífica como Gloria Fuertes se encuentre un poema en el que desvele sus miedos a quedarse en blanco, como en Miedo da a veces coger la pluma

Lo que sí es una constante en los poemas de Gloria Fuertes es la defensa por el medio ambiente, algo que se recoge en multitud de versos, convirtiéndose en toda una adelantada a su tiempo.