«Los autores salimos en nuestros libros, pero casi siempre nos disfrazamos»

SANTIAGO

CEDIDA

«Como los pájaros aman el aire» es su última novela, que presenta esta tarde en Cronopios

15 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«La literatura tiene que estar por encima de las modas». Esto sostiene Martín Casariego (Madrid, 1962), respondiendo a si en estos momentos una historia de amor está de moda o no. Y es que el protagonista de su última novela, Como los pájaros aman el aire (Siruela) se plantea cuestiones como «¿dónde se esconde el amor?». De este libro hablará hoy, a las 20.30 horas, en Cronopios. Sobre lo que hay de autobiográfico en esta obra lo resume afirmando: «Los escritores salimos en nuestros libros, pero casi siempre nos disfrazamos»

-¿Escapa de las modas?

-Una cosa es la literatura y otra el mundo editorial y cuando escribes tienes que correr tus riesgos. Mi primera novela, Qué te voy a contar, era una historia de amor y también entonces me preguntaban si no era algo pasado. Hay cosas que ni están de moda ni dejan de estarlo y la literatura tiene que estar por encima de las modas. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer. En una imagen, como en una novela, el lector puede sacar sus conclusiones. Cuando se habla de literatura social, lo que se dice tiene moralina y eso no me parece bien, lo que sí me gusta es cuando las novelas plantean conflictos, te los ponen delante sin moralina.

-En algunas críticas han elogiado la sencillez de la historia entre Fernando e Irina...

-Hay que distinguir la simpleza y la sencillez; esta es una virtud y supone una novela más limpia, más fácil, mucho mejor, pero eso lo tienes que trabajar. Cuando corrijo intento limar las frases sin que pierdan el sentido. Escribir artículos te enseña esto. Tengo tendencia a lo sencillo y compacto. Un libro que puede ocupar 150 páginas no tiene por que irse a las 200.

-¿Está reescrita esta novela?

-La he estado escribiendo a lo largo de mucho tiempo. La dejé, luego volví a ella y la fui depurando. Por eso tiene frases contundentes, directas, porque no la escribí de un tirón.

-Esa idea del protagonista de hacer fotos a la gente con las gafas de su padre, recién fallecido, es muy original...

-No es mía [risas]. Es una historia real que me contaron. Era una persona a la que le llamaban así, Gafas, y se le ocurre empezar a hacer fotos a la gente con las gafas. Me pareció muy sugerente, muy extraño, y puedes empezar a preguntarte cosas, como hace el protagonista, a partir de ese hecho.