Héctor Castiñeira: «Creía que Maxi-Cosi era el nombre de un helado»

D. R. MADRID / COLPISA

CULTURA

Álvaro Ballesteros

El escritor lucense debuta como Mamá Saturada en su libro «Desayuno con lactantes»

25 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El acercamiento de Héctor Castiñeira (Lugo, 1982) al mundo infantil estaba restringido al mundo laboral. Lo que veía en sus rondas de pediatría y de urgencias, con los pequeños aquejados de gripes, sarampiones, varicelas o con algún hueso roto. Las dolencias normales. Pero su perspectiva cambió cuando su hermana le anunció que iba a ser tío. Entonces se dio cuenta de la locura que supone tener a un pequeño por casa y de cómo cambian las familias. Así que aparcó un poco a su álter ego Enfermera Saturada (autor de La vida es suero, El tiempo entre suturas y Las uvis de la ira) para crear a Mamá Saturada en las redes sociales y relatar sus peripecias.

Poco a poco la cosa fue creciendo y Castiñeira decidió llevar al papel las aventuras de una madre con grandes dosis de humor. Así surge Desayuno con lactantes (Martínez Roca), que narra las vicisitudes de Tere Antúnez, una funcionaria gallega bimadre de dos gremlins: Mateo, de casi 3 años, y Nicolás, de diez meses. El papá es Guille, que «tendría que haber sido pediatra pero trabaja en un banco».

Castiñeira tiene claro que este planeta y sus satélites es solo «para iniciados». Es más, no esconde su absoluta ignorancia previa. «Antes de meterme en todo esto pensaba que Maxi-Cosi era el nombre de un helado», afirma.