Conmemoran en Monforte los 65 años de la batalla de Repil

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

ROI FERNÁNDEZ

El lugar fue escenario de un sangriento choque entre la Guardia Civil y la guerrilla

21 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un sencillo acto recordó en la parroquia de Chavaga, en Monforte, a las víctimas de la batalla de Repil, el último gran choque armado entre la guerrilla antifranquista y la Guardia Civil que se registró en el sur lucense. Ayer precisamente se cumplió el 65 aniversario de este suceso, que tuvo lugar el 20 de abril de 1949 en el límite entre los municipios de Monforte y A Pobra do Brollón. La conmemoración se llevó a cabo en las ruinas de una de las dos casas donde se produjo el enfrentamiento, que se saldó con la muerte de cuatro guerrilleros y otras tres personas pertenecientes a la familia propietaria de una de estas viviendas.

El homenaje fue organizado por iniciativa propia por Antonio Díaz Amaro, pariente de los antiguos dueños de la casa, situada en el lugar de Repil. Acompañado por un reducido número de personas, Díaz descubrió una placa conmemorativa al pie de una bandera republicana mientras sonaba una grabación del himno de Riego. Pese a la presencia de estos símbolos, el promotor de la conmemoración insistió en que no tenía la intención de darle al acto un carácter político y que por ello no invitó a representantes de ninguna institución u organización, sino solo a algunos amigos y conocidos. «É só unha pequena homenaxe á miña familia, que sufriu moito nesa época, e a todos os represaliados do franquismo», explicó a este respecto.

En dos viviendas próximas

La casa en cuyas ruinas se celebró el homenaje de ayer era una de las dos viviendas de la parroquia de Chavaga que a finales de los años cuarenta utilizaban como refugio los integrantes del destacamento Santiago Carrillo, encuadrado en la Federación de Guerrillas León-Galicia y dirigido por el berciano Evaristo González Pérez, conocido como Rocesvinto o Roces. La otra casa se encontraba a unos ochocientos metros de este punto, en un lugar denominado O Pericallo o Monticelo. Ambas viviendas fueron sitiadas por cerca de 150 agentes de la Guardia Civil desplazados desde Lugo y Ponferrada. El combate duró varias horas y en él se utilizaron armas de fuego y bombas de mano.

El jefe del grupo guerrillero no murió en el tiroteo, sino que se mató él mismo en un campo de maíz situado en las inmediaciones, en el que se ocultó tras resultar seriamente herido. Al parecer, decidió quitarse la vida al ver que no podría librarse de ser capturado o muerto.

Además de los fallecidos en el combate, el episodio dejó otras graves secuelas. Casi todos los miembros de la familia de la casa de Repil pasaron varios años en diversas cárceles. Después del enfrentamiento se llevaron a cabo numerosas detenciones en Monforte y en otras localidades de la comarca y muchas personas que fueron consideradas sospechosas de tener algún vínculo con las guerrillas antifranquistas padecieron duros interrogatorios y otras represalias. Debido a todo ello, el cruento suceso dejó una huella muy profunda en la zona.