La jueza quería que uno de los cerebros de la Pokémon y exmano derecha de Orozco le explicase unas anotaciones sobre cambios en el plan general
31 mar 2015 . Actualizado a las 00:55 h.Por quinta vez en los últimos cuatro años, Francisco Fernández Liñares, el exconcejal socialista de Lugo y expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño Sil y la jueza Pilar de Lara, volvieron a verse las caras. Fue ayer por la mañana en los juzgados lucenses. Esta vez la magistrada de la operación Pokémon, pretendía interrogar al exconcejal sobre el hallazgo de diversos documentos en el registro efectuado en su día en una de sus casas. Además Liñares, uno de los cerebros de la operación Pokémon y exmano derecha del alcalde Orozco en el concello de Lugo, también tendría que haber dado explicaciones de cómo vendió los pinos de varias fincas de su propiedad. Pero el expresidente de la Hidrográfica, aconsejado por su abogado, no abrió la boca.
El ex representante del equipo de gobierno socialista de Lugo no quiso hacer declaraciones ni a la salida ni a la entrada. En cambio sí habló brevemente su abogado Evaristo Nogueira, quien recordó que su cliente se había acogido al derecho constitucional a no hablar. Explicó que su nueva imputación está relacionada con unos documentos que tenía en casa, en concreto una agenda, «como las que tenemos todos».
El letrado, a preguntas de los periodistas, hizo referencia a la lentitud de la operación. «Los tiempos de la justicia son lentos, sobre todo para quien padece las imputaciones. Se trata de una instrucción compleja», apuntó. Seguidamente dijo que habría que tener en cuenta muchos factores y «causas complejas de explicar» que van desde «motivos estructurales y de medios, hsta el número de imputados». «Es un conglomerado de circunstancias. Evidentemente una instrucción es lenta y siempre perjudica a quien padece la imputación. La pena de banquillo no está en el Código Penal, pero sí en la sociedad», puntualizó.
Los pinos y los pinares
La falta de repuestas por parte de Liñares motivó que la jueza procediese a la incorporación de las preguntas al sumario. Le preguntó por los pagos relacionados con sus fincas y la venta de pinos y eucaliptos. Una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil revelaría que estaría efectuando pagos sin ningún tipo de factura.
En los registros efectuados en su casa aparecieron numerosos documentos, algunos de ellos con anotaciones relacionadas con alegaciones al plan general.
En el registro aparecieron carpetas que incluían anotaciones «posiblemente relacionadas con el citado plan en las que Liñares pudiera estar interesado para hacer modificaciones y así beneficiar a amigos y conocidos», según un informe de Aduanas.
Entre los documentos incorporados al sumario figuran anotaciones correspondientes a presuntos regalos recibidos por el exconcejal, y había anotaciones con presuntas calificaciones en alguna prueba de exámenes para alguna oposición. Los investigadores también localizaron en dependencias de su vivienda apuntes con los nombres de personas para algunos puestos de trabajo en varias empresas.