El cura Luis Rodríguez Patiño organizó -coincidiendo con la festividad de San Cristóbal- una nueva misa a pie de bache para denunciar el estado de la carretera entre Momán y As Pontes.
11 jul 2016 . Actualizado a las 15:56 h.Todos hemos oído alguna vez aquello de que «los caminos del Señor son inescrutables». A esta interpretación de una frase de la Biblia (Romanos 11:33) no suele faltarle razón. ¡Y seguro que además están bien asfaltados! No pasa lo mismo en la carretera que une Momán, en Xermade, con As Pontes. El vial, de poco más de 15 kilómetros, es un reguero de hundimientos, baches y socavones. Para denunciar el mal estado que presenta y los riesgos que esto supone, el párroco de Momán, Luis Rodríguez Patiño, decidió organizar una misa a pie de zanja el pasado mes de mayo. Ayer, aprovechando la festividad de San Cristóbal y «dada la ineficacia de la administración», comenta el cura, decidieron hacer otra misa.
El sacerdote, como en la anterior ocasión acompañado por decenas de vecinos, denunció el estado de la LU-P-2204 utilizando como hilo conductor la leyenda que cuenta como San Cristóbal ayudó a un niño -Jesús- a cruzar un río. "Ayudaba a la gente porque la administración no lo hacía", dijo. Incluso llegó a escenificar la escena bíblica. Tras llenar uno de los muchos baches de la zona de agua, lo cruzó con un pequeño en brazos mientras se preguntaba "¿A donde van los impuestos que pagamos?". La respuesta estaba escrita en una pancarta que los feligreses habían colocado poco antes frente al improvisado altar "Suiza, Andorra, Caimán, Bahamas".
Patiño, sin pelos en la lengua, no dudó en reconocer que los arreglos que la carretera necesita no se han llevado a cabo "porque la corrupción no lo ha permitido".