«Hay adolescentes que se beben una botella de tequila como si fuera Fanta»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

cedida

La Federación Provincial de Padres de Alumnos de Lugo buscó su asesoramiento

21 abr 2017 . Actualizado a las 16:35 h.

Los padres con hijos adolescentes están preocupados por cómo enfocar sus primeras salidas de noche y cómo prevenir el consumo de drogas y de alcohol. Para darles algunas claves la Federación Provincial de Asociaciones de Padres de Alumnos de Lugo, que pertenece a Concapa, invitó al psicólogo Carlos Piró Ripoll a dirigir un seminario para abordar este tema. Será el sábado, a partir de las nueve y media de la mañana, en el salón de actos de la Diputación.

-¿Qué abordará?

-Hablaré de qué hay que hacer y que no en las primeras salidas exteriores; qué vigilar y qué no y qué cosas hay que cuidar. Hay que tener en cuenta que los hijos, a partir de los 13 o 14 años empiezan a tener su mundo de ocio particular con sus iguales y han de saber manejarse los mejor posible.

-¿Hay que ponerles hora para volver a casa como antes?

-Todavía existe ese tipo de criterios. La familia europea es cada vez más variopinta. Unos establecen hora, otros dinero, el lugar en el que van a estar o la forma en la que van a moverse. No es tan simple como hace dos generaciones, que estaba todo marcado por la hora y el castigo.

-¿Han cambiado tanto las cosas ?

-La situación ahora es más compleja porque la sociedad no es monocorde ni tan homogénea. El mundo exterior es menos plano y están primando situaciones de riesgo que antes no existían. Las drogas son la punta del iceberg. Está también el acceso a las redes y a los medios de comunicación. Lo prohibido no está tan marcado. Antes el acceso a cosas privativas del mundo adulto era más complicado que ahora.

-¿Cuáles son las claves?

-Ni permitir ni prohibir simplemente. Hay que hacerles entender la necesidad de abrirse al mundo exterior. Que pacten con los hijos cuándo, cómo y por qué. Que en las primeras veces hagan un seguimiento y que establezcan vías de comunicación más tú a tú y menos jerárquico. Los hijos han de poder expresar cosas de la edad a sus padres y saber que no los van a reprender por querer conocerlas.

-¿Los padres deberían acordarse de su propia adolescencia?

-En el fondo, adolescencia ha habido siempre. Es algo universal que atraviesa todo el mundo. Si la propia puede servir de referencia, ¿por qué no ? Pero hay que tener en cuenta que ahora hay más libertad, más riesgo y un sentido de la responsabilidad más diluido. Es importante ligar el sentido de la responsabilidad al de la libertad. ¿Quieres reconquistar tu tiempo? Vale. Yo legitimo una nueva realidad, pero con la exigencia de que hay que ejecutarla de forma responsable, y no vale todo. Si suceden cosas que no están bien, tiene que responder por ellas.

-¿Cuáles son las claves para prevenir el consumo de drogas?

-Su consumo también ha evolucionado en las últimas décadas. Hemos pasado de la heroína que se llevó por delante a buena parte de una generación y estamos en una situación de consumos experimentales. Pero puede irse de las manos. Hay otro problema, que no se dan alternativas a la diversión que no pasen por el consumo, con un desconcierto sobre los efectos. No es lo mismo una cerveza que un cristal de éxtasis, ni un tripi que fumar dos cigarros. El desconocimiento del mundo que se va a encontrar iguala todo y todo es consumible. Te encuentras a chavales que se beben una botella de tequila como si fuera una Fanta. El Plan Nacional de Drogas hace hincapié en el alcohol, que forma parte del ocio y diversión de la sociedad y en el cannabis, que está rodeado de una aureola de bondad y no peligrosidad, al que los chavales dan una característica de riesgo-beneficio mejor que el tabaco.

-¿Cómo hay que reaccionar ante un hijo que llega ebrio o drogado?

-Si es en sus primeras salidas, lo primero que tiene que entender es que podría suceder. No es el momento más idóneo para abordar la situación. Lo mejor es mandarlo para la cama y al día siguiente hablarlo. Si se repite más veces, estamos hablando de un problema. Yo lo sacaría del ámbito de las relaciones familiares y lo llevaría al especialista porque estamos hablando de más cosas. Podría ser que fuera la única manera de desinhibirse e integrarse en el grupo o que tiene algún problema interno y busca una vía de evasión...