«Mucha depresión infantil está oculta»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

ÓSCAR CELA

Rocío Basanta, psicóloga del Hula, cree que hay que hacer visible la enfermedad para poder afrontarla

17 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La psicóloga del HULA Rocío Basanta Matos formó parte del equipo que actualizó la Guía de Practica Clínica sobre el manejo de la depresión en la infancia y en la adolescencia. Se trata de un problema poco visible, pese a que es uno de los trastornos mentales más frecuentes y que está infradiagnosticado, Se calcula que hasta un 20% de los menores de 18 años sufrirán a lo largo de su vida un episodio depresivo clínicamente relevante. El hospital lucense acogerá quince días una exposición con las aportaciones fotográficas y de textos de los niños gallegos a la guía.

-¿Qué cambios supone la guía?

-Una de las recomendaciones que hacemos es que hay que explorar más la incidencia de la depresión en esa etapa de la vida. Es una enfermedad que está infradiagnosticada porque a veces no se sabe qué pasa. Las manifestaciones en niños y adolescentes no es igual que en adultos. En los niños la irritabilidad forma parte de la sintomatología con la que da la cara. Es muy importante que haya más conocimiento sobre la depresión para poder intervenir.

-¿A quien va dirigida la guía?

-A todos los profesionales del Sistema Nacional de Salud: pediatras, psiquiatras, psicólogos... también hay una parte destinada a pacientes y a padres. Una de las cuestiones que se plantea es la necesidad de una mayor difusión social y de incorporar la visión de los pacientes. Nosotros lo hicimos a través de una técnica de investigación participativa que se denomina Photovoice, que emplea fotografía y discusión de grupos. Reunimos a jóvenes de 12 a 16 años, con sus familias, que habían pasado por un proceso de depresión. Se les propuso que contaran la experiencia y que usaran fotos con un texto explicativo.

-¿Qué presentaron en el HULA?

-Lo que presentamos fue un libro con fotos de cómo vieron estos chicos la depresión. En el vestíbulo del HULA hay unos paneles con ellas. Hay intervenciones muy interesantes como la de una fotografía de una acera con un carril bici, cuyo autor reconoce que tiene la sensación de que le queda mucho camino para que todo se solucione, pero que ve que es posible, a pesar de todo. Es una manera esperanzadora de ver el problema y de reflejar que con ayuda se puede salir. Les pedimos que se expresaran a través de las fotos y de los textos y ahora nos toca a nosotros escuchar lo que nos están diciendo.

-¿Qué objetivo persiguen?

-Es muy importante que la depresión se diagnostique a tiempo, de ahí la importancia de que se difunda. Si no hay información, no se reconoce a tiempo. Hay que reconocer su existencia para efectuar intervenciones de forma precoz y también para poder actuar de forma preventiva.

-¿Quiénes participaron?

-Participaron siete adolescentes y diez familias. Realizamos cinco sesiones en la Consellería de Sanidad, en las que nos hicieron llegar información relevante sobre vivencias y experiencias. Los pacientes fueron todos de la zona de Santiago para evitar desplazamientos.

-¿Cómo fue que seleccionaron a alguien de Lugo para revisar la guía?

-El Sistema Nacional de Salud llamó a un grupo de profesionales al Ministerio de cada servicio de salud y nos pidieron que generáramos un equipo de trabajo. Fue una labor conjunta de la Unidade de Asesoramento Científico-Técnico (Avalia T) y de la Agencia de Conocimiento en Salud. También colaboraron expertos a nivel internacional. La guía está a punto de ver la luz. Si lo comparásemos con un libro, estaría en la fase de revisión antes de ir a la imprenta. La están revisando expertos externos, que harán aportaciones.

-¿Por su consulta pasan muchos niños con depresión?

-No. Muchos no. En la provincia los atiende el equipo de infanto-juvenil, que está compuesto por una psicóloga y una psiquiatra. Yo estoy centrada en los pacientes oncológicos y en sus familiares y por esta vía sí que me llegan algunos niños y adolescentes con este problema.

-¿Eso supone un trabajo aún más complicado?

-Sí. Es difícil. Pero, hay que decir que los niños tienen una capacidad de superación ante las pérdida admirable. Es bastante sorprendente para muchos adultos. La experiencia se va superando con un poco de ayuda. Las intervenciones a tiempo cuando surge un problema suelen ser muy eficaces.