Parricidio en Guntín: la Guardia Civil cierra el caso convencida de la autoría del crimen

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

La Policía Científica estuvo analizando la escena del crimen en Guntín hasta las ocho de la tarde del pasado viernes
La Policía Científica estuvo analizando la escena del crimen en Guntín hasta las ocho de la tarde del pasado viernes ALBERTO LÓPEZ

Carlos Vázquez, el detenido por matar a su padre con una escopeta de caza, recibió este sábado el alta tras ser hospitalizado por un ataque de ansiedad poco después de ser arrestado. La contundencia de las pruebas contra él hace que no sean necesarias más diligencias de investigación

13 ene 2024 . Actualizado a las 19:03 h.

El segundo crimen que ha sacudido la provincia de Lugo esta semana no ha supuesto un reto especialmente complejo para los investigadores de la Guardia Civil. Las pruebas contra Carlos Vázquez Varela, el vecino de la aldea de Martín (Guntín) acusado de matar a su padre con una escopeta de caza este viernes son más que contundentes. Así lo confirman fuentes de la Guardia Civil, que arrestó al hombre, de 47 años, como presunto autor del homicidio.

El suceso ocurrió a las 14.30 horas de este viernes en la parroquia de Entrambasaugas, en el municipio de Guntín, a apenas 20 minutos de Lugo. Fue un testigo directo del crimen el que alertó a la Guardia Civil y al 112 de que Carlos Vázquez, presuntamente, había dado muerte a su propio padre, Pepe Vázquez, usando una escopeta de caza. De inmediato, varias patrullas se movilizaron hasta el lugar y arrestaron al sospechoso, que no opuso resistencia. Esta actitud, sumada a la presencia de testigos que vieron lo ocurrido, hace que la Guardia Civil tenga meridianamente clara la autoría del crimen.

Muchos argumentos contra el detenido

Desde que se produjo la detención y hasta cerca de las ocho de la tarde de este viernes, miembros de la Policía Judicial, de la brigada Científica y del juzgado participaron en la inspección ocular y en el análisis de la escena del crimen. Lo que hallaron en la vivienda familiar donde se produjo el suceso (tres armas de fuego, una de ellas la que habría usado para matar a su padre, entre otras cosas) no hizo más que confirmar la tesis planteada inicialmente, lo que supuso un nuevo argumento contra el detenido.

Por este motivo, no está planificado que los agentes regresen a la casa para realizar ninguna diligencia de investigación más. Al menos, por el momento. De hecho, en la mañana de este sábado, solamente la familia del fallecido y del detenido se encontraba en la casa. Ningún agente se pasó por allí.

Ahora, la Benemérita trasladará la información obtenida al juzgado, que tomará las decisiones en el caso a partir de ese momento. 

Pendientes del paso a disposición judicial

Carlos Vázquez Varela, el presunto parricida, pasó la noche ingresado en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo. Entró en el complejo a última hora de la tarde del viernes tras sufrir un ataque de ansiedad poco después de ser trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo.

El detenido volvió a la Praza de Bretaña a media tarde de este sábado tras obtener el alta médica. Una patrulla lo trasladó allí desde el HULA después de que el psiquiatra que lo atendió diese el visto bueno para que saliese del hospital. 

El paso a disposición judicial se pospondrá hasta al menos, este domingo. Sin embargo, al tratarse de un caso tan grave, podría retrasarse hasta el lunes para que sea un juzgado de instrucción y no el juzgado de guardia quien reciba al investigado. 

El suceso

El municipio de Guntín y la parroquia de Entrambasaugas están conmocionados por el suceso, ya que es una familia conocida y «ejemplar» que nunca había tenido ningún tipo de problema. Además, cerca de ese núcleo residen más familiares y allegados. El arrestado, además, es el marido de una concejala del municipio de Guntín, por lo que el suceso tocó también de cerca a la corporación.

El detenido tiene 47 años. El padre, cerca de 80. Este se llamaba José Vázquez. Fundó hace décadas una empresa dedicada a la ganadería que creció exponencialmente hasta acumular cerca de cien reses, tanto de carne como de leche, que se ubica en una finca anexa a la vivienda familiar.

A eso se dedicó toda la vida el padre y ahora la había heredado su hijo Carlos. Pepe fue aficionado a la caza durante años, aunque ahora lo había dejado. El arrestado no compartía esa afición, aunque la escopeta con la que se habría cometido el crimen figuraba a su nombre en el registro.

En esa casa vivían seis personas: los padres, el detenido y su mujer, y sus dos hijos, un chico y una chica, de alrededor de 18 años. Los jóvenes, al no haber regresado todavía de su centro de estudios este viernes, no habrían presenciado el suceso.