De bar y ultramarinos a restaurante: la nueva vida de una conocida casa de la Terra Chá

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

El edificio se está restaurando con vistas a iniciar la nueva actividad en otoño.
El edificio se está restaurando con vistas a iniciar la nueva actividad en otoño. OSCAR CELA

Un inmueble de Castro de Rei se restaura para ampliar los alicientes que animen a visitar Castro de Rei

03 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un edificio de Castro de Rei, conocido por su galería pero también por la actividad que tuvo y por los dueños de antes, va camino de recuperar su actividad. El inmueble, situado junto al cruce con la carretera que llega a la localidad desde la LU-120 (Vilalba-Paraxes) y cuya fachada posterior tiene vistas al río Azúmara, fue propiedad de la fallecida Élida Silvosa Andión, que tuvo bar y ultramarinos. La dueña estuvo casada con Óscar Freire, que fue teniente de alcalde de Castro de Rei y que pertenecía a una conocida familia. Élida Silvosa Andión continuó con la actividad que había iniciado su padre, Francisco Silvosa.

Esa etapa se cerró hace décadas, pero el inmueble está en vísperas de empezar otra. En estos momentos se está rehabilitando, y el destino tendrá alguna relación con el primero, pues se acondiciona para funcionar como restaurante. El edificio tiene bajo y un piso, con unos 150 metros cuadrados por planta.

Al frente del proyecto está un matrimonio de la zona que ya tiene otros negocios en la comarca, pero que acaba de decidir su desembarco en el sector hostelero. Mientras las obras, iniciadas hace meses, están en marcha, el próximo otoño es el momento previsto para que el negocio empiece su actividad.

En la planta baja estarán la cocina y un comedor, mientras que en el primer piso habrá otro comedor. El superior tendrá más capacidad que el inferior, y se pretende destinarlo más bien a banquetes y a eventos y dejar el otro para los comensales habituales. De todos modos, en los planes de los promotores figura también la intención de atraer clientes de fuera, contando para ello con el reclamo de productos de la gastronomía de la comarca, incluida la posibilidad de organizar jornadas, y con otros alicientes cercanos, como el castro de Viladonga, la ruta do Azúmara o el área de autocaravanas de la localidad.

El edificio fue comprado hace algo más de un año. El acondicionamiento tiene un presupuesto de unos 300.000 euros, y se cuenta con una ayuda de 120.000, procedentes del programa Leader Plus que gestiona el GDR Terra Chá. La apertura del negocio dará más servicios a la villa, algo que reconocen con cierta satisfacción los impulsores de la obra, convencidos de que Castro de Rei «é un sitio bonito para vivir». A pesar de que su atención está ahora centrada en la rehabilitación necesaria para poner en marcha el restaurante, no se descarta que la incursión en este nuevo sector se amplíe más adelante con la creación de apartamentos turísticos. Eso sí, para eso no hay plazos concretos.

De acuerdo con los actuales cálculos, tres o cuatro empleados atenderán habitualmente el negocio, que estará abierto todo el año.