El acusado de retirar 100.000 euros de la cuenta de un usuario de una residencia dice que contaba con el permiso de su amigo

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

AS NOGAIS

A. SISO

La denuncia se originó después de que el hombre no pagase las mensualidades de la residencia de su vecino tras haber terminado con el dinero

09 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino de la zona de As Nogais, que afronta una posible pena de cuatro años de cárcel por apropiarse de más de 100.000 euros de la cuenta bancaria de un amigo que lo había puesto como autorizado en la misma, negó este martes que hubiese cometido un delito de apropiación indebida, porque tenía su permiso para hacer uso del dinero, por la relación de confianza y amistad que mantenían.

De hecho, recordó que fue su amigo, ya fallecido, quien lo puso como autorizado en la cuenta, precisamente con la intención de que se quedase con el dinero que hubiese en ella una vez que hubiese muerto, a cambio de hacerse cargo su cuidado hasta ese momento.

Durante su declaración, afirmó que su amigo llegó prácticamente a vivir en su casa, como un miembro más de su familia y, por ello, puso incluso en duda que él hubiese promovido denuncia alguna contra él. El acusado explicaba que le había dado trabajo a su vecino, con problemas psicológicos en los últimos años, en su explotación ganadera. Incluso le había ofrecido vivir en una casa de su propiedad sin pagar alquiler, algo que él aceptó.

Tras unos años en los que, según el acusado, la confianza y la amistad fueron aumentando, el mayor de ellos le ofreció traspasarle todo su dinero, con la condición de que aportase el dinero para que la residencia se hiciese cargo de él y de que sus hermanas, con las que se llevaría mal, no «viesen ni un euro» de su herencia. «Era como un pai para min, nunca tería feito iso sen o seu permiso»

Reconoció que hizo uso del dinero de la cuenta y los movimientos en la misma que figuran en la causa, pero con el permiso de su titular, porque también hacía retiradas para él. Sin embargo, según el ministerio fiscal, entre el 11 de enero de 2011 y el 15 de mayo de 2018, «sin conocimiento ni consentimiento» por parte del titular de la cuenta, retiró de la misma más de 100.00 euros.

Las operaciones realizadas, según el fiscal, pusieron «en peligro el bienestar» de la víctima, dado que la cuenta tenía 77.074 euros en el momento en el que puso como autorizado a su amigo, pero tras sus sucesivas retiradas de dinero a lo largo de los años, se quedó incluso sin saldo para pagar las mensualidades de la residencia en la que había ingresado en 2013. Posteriormente, el acusado devolvió algo más de 16.000 euros a la víctima.

Por ello, el fiscal, que lo acusa de un delito de apropiación indebida, atiende a la atenuante de reparación parcial del daño, pero pide para él cuatro años de cárcel por un delito de apropiación indebida y la devolución de 98.219 euros.