Los cazameteoritos y el covid amenazaron la investigación

La Voz

BARALLA

25 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora los científicos saben que llegó hasta Galicia al menos un fragmento del cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter, concretamente del grupo de los Apolo que forman parte de los llamados asteroides próximos a la tierra (NEA). Ese conocimiento obedece a la capacidad de Andrade y sus colegas, pero también a otros factores que bien pudieron no darse.

Una vez que calcularon y divulgaron el lugar del impacto, esta zona del suroeste de Baralla, pegada al concello de Láncara, enseguida se pobló de cazameteoritos, porque de estas rocas hay muchas, incluso se venden por internet, pero caídas hace miles de años, no frescas, que es lo que le aporta un valor científico singular. Los investigadores todavía no tenían los datos de las cámaras domésticas para mejorar la precisión y ni siquiera podían moverse con libertad. «Tivemos que pedir un permiso especial porque estabamos coas restricións do covid», cuenta Andrade.

De ahí que en principio no dieran con ella, porque, además, se trata de una zona escarpada de muy difícil acceso. Fue el ganadero, que prefiere evitar el protagonismo, el que la encontró meses después y, a través de las gestiones de la universidad, la puso a disposición de los investigadores. Gracias a todo ello, una parte podrá ser expuesta en el Museo de Historial Natural de la USC y otra en el Concello de Baralla. Incluso es probable que haya otros dos fragmentos sin localizar en aquella zona, por lo que todavía queda margen para la ciencia y también para la aventura.