La A-6 en la montaña de Lugo, una trampa de socavones y parches

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

BECERREÁ

La subida de Becerreá y la bajada hacia Vega de Valcarce necesitan urgentemente un «lifting» por los enormes baches

06 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La necesidad de reformar el firme de la A-6 en la montaña de Lugo y en la del Bierzo regresa de nuevo a la actualidad con la presentación de una proposición no de ley del grupo socialista en el Congreso -a través de la diputada lucense Margarita Pérez Herraiz- para que se realicen obras de conservación y mantenimiento en la autovía para mejorar las condiciones de seguridad vial. El grupo socialista se hizo eco de una información publicada por La Voz de Galicia hace justo un mes en la que se demandaba un «lifting» urgente del firme de la autovía entre Baralla y Villafranca del Bierzo. Y es que a pesar de los trabajos paliativos de conservación realizados este invierno -con el tapado de baches- los socavones y zonas parcheadas complican la circulación a diario a los usuarios de la vía.

Aunque los problemas afectan a la gran totalidad de los kilómetros entre ambas provincias, se puede señalar que hay un punto cero. Se trata de la subida, especialmente el carril de la derecha, de Becerreá en dirección Madrid, en concreto entre los kilómetros 460 y 456. Hasta tal punto se encuentra en muy mal estado el firme que los conductores emplean el carril central para circular, algo que no estaría permitido si no es para adelantar. Al conductor le asalta la duda de si se expone a una posible multa (por esa zona actúa el helicóptero de la DGT) o literalmente se deja las ruedas y los amortiguadores en una calzada desecha. Además, si el conductor ha alcanzado cierta velocidad, puede salir «despedido» del carril, como sucede justo antes de la salida de Becerreá.

En esta subida ya hubo antecedentes graves en el firme cuando en el 2004 un socavón de tres de metros de ancho obligó a cortar la A-6. La filtración de aguas provocó el cráter, para lo que se tuvo que volver a asfaltar toda la zona previa inyección de hormigón debajo para evitar más casos. Fue en el kilómetro 457 y hoy se puede aún apreciar la reparación cuando se circula debido a la ondulación del terreno.

Otro aspecto que afecta a la circulación son las juntas de dilatación de los viaductos, que en algunos casos provocan más de un susto al conductor que las atraviesa.