Lugo sufre una red de carreteras nacionales deteriorada, a la espera de las nuevas autovías

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

BECERREÁ

N-547 (Palas de Rei). 22,95 kilométricos. A pocos metros del Centro de Conservación de Carreteras se encuentra este tramo que une San Xulián con el límite con Melide. Está llena de baches y socavones, especialmente en el carril de subida en dirección a Lugo proviniendo de Santiago. foto alberto lópez
N-547 (Palas de Rei). 22,95 kilométricos. A pocos metros del Centro de Conservación de Carreteras se encuentra este tramo que une San Xulián con el límite con Melide. Está llena de baches y socavones, especialmente en el carril de subida en dirección a Lugo proviniendo de Santiago. foto alberto lópez ALBERTO LÓPEZ

Los conductores que usan las vías a Ourense y Santiago circulan por trazados impracticables y no disfrutan de las autovías prometidas

19 may 2017 . Actualizado a las 11:36 h.

Los usuarios de las carreteras nacionales en la provincia de Lugo tienen que sufrir a diario una red viaria en malas condiciones, con firmes llenos de parches, baches, badenes y riesgos en la seguridad vial. Los trazados de algunas de estas vías han quedado obsoletos al aumentar la densidad media de tráfico. El Gobierno, en la última década, ha ido disminuyendo la inversión en la conservación y la seguridad vial de las carreteras en la provincia. Si en el 2008 se consignaban en los Presupuestos del Estado 32,6 millones de euros, para este 2017 hay 8,7 millones e incluso en la programación hasta el 2020, para ese año se apuntan 7,3 millones.

A-6 Becerreá. 109,76 kilómetros. El casi centenar de kilómetros de la A-6 por la provincia, entre Guitiriz y Pedrafita, tiene en la zona de Becerreá y en As Nogais sus lugares más dañados. Baches, grietas, parches, badenes, juntas de dilatación son algunos de los desperfectos. foto óscar cela
A-6 Becerreá. 109,76 kilómetros. El casi centenar de kilómetros de la A-6 por la provincia, entre Guitiriz y Pedrafita, tiene en la zona de Becerreá y en As Nogais sus lugares más dañados. Baches, grietas, parches, badenes, juntas de dilatación son algunos de los desperfectos. foto óscar cela OSCAR CELA

Desde que comenzó la crisis, las acciones desde el Ministerio de Fomento, ante la caída de la inversión pública para cumplir los objetivos de déficit, se ha dejado notar y solo se hacen labores de mantenimiento, parcheos y acciones puntuales, como las obras de rehabilitación de firme que se ejecutan en la N-640 entre Lugo y Paraxes y la N-642 en la costa.

n-634 (abadín)
88,5 kilómetros. Las obras en la A-8 han dejado a la antigua carretera hacia la costa en un estado lamentable, especialmente entre Vilalba y Abadín y también entre Lourenzá y Barreiros. foto palacios
n-634 (abadín) 88,5 kilómetros. Las obras en la A-8 han dejado a la antigua carretera hacia la costa en un estado lamentable, especialmente entre Vilalba y Abadín y también entre Lourenzá y Barreiros. foto palacios PALACIOS

Pero el abandono es muy evidente en trayectos concretos. Además del ya denunciado trazado de la A-6 entre Becerreá y Pedrafita, las carreteras de Lugo a Ourense (N-540) y de Lugo a Santiago (N-547) presentan tramos impracticables para la conducción. Los peores, en el primer caso, están en la variante de Chantada, y en el segundo, justo en la salida y entrada de la A-54 en San Pedro de Meixide (Palas).

Da la casualidad de que ambos trazados siguen esperando por el fin de las autovías interiores, con lo que los conductores sufren doble castigo: sin autovía y con una carretera nacional llena de baches. Algo similar sucede con la demandada A-74, que unirá Barreiros y San Cibrao. La actual N-642 solo está siendo parcheada mientras su densidad media de tráfico en el verano es elevada. En el futuro puede suceder lo mismo con la N-120 y la prometida A-76.