La vigésimo novena edición de esta cita gastronómica puso a la venta 15.000 unidades de queso y 4.500 de pan
27 mar 2023 . Actualizado a las 08:30 h.Los friolenses celebraron este domingo su tradicional Feira do Queixo e Pan de Ousá por todo lo alto, ya sin restricciones sanitarias, y estrenando distintivo de Festa de Interese Turístico Galego. El día comenzó con pequeños resquicios de la lluvia del sábado, pero a medida que salieron los primeros rayos de sol, los vecinos de la localidad y visitantes salieron a las calles para disfrutar del evento y visitar los distintos stands de queso, pan y demás productos locales.
La vicepresidenta del Parlamento Elena Candia y la quesera Josefa Baamonde, vecina de la parroquia Condes, fueron las encargadas de cortar la cinta de la feria, dando así por inaugurada una de las citas gastronómicas más importantes y señaladas de Galicia, y que convierte al municipio lucense en un lugar de referencia para vecinos y visitantes cada año.
En esta vigésimo novena edición, la feria contó con más de sesenta queserías y cinco panaderías repartidas por la Praza Andón Cebreiro y por el Parque Rosalía de Castro, así como en las calles colindantes. En total, la cita gastronómica logró reunir y poner a la venta 15.000 piezas de queso y 4.500 de pan, para que «ninguén se quedase con fame», indica el alcalde del municipio, José Ángel Santos.
La participación fue «masiva prácticamente», dice el mandatario, que asegura que este año también se ha batido récord de asistencia y que se trata de «unha gran oportunidade para dar a coñecer todo o que temos e traspasar fronteiras, xa que vén xente de todas partes», afirma.
Los visitantes contaron con una gran variedad de quesos, entre los que destacaron los tradicionales puestos de las fábricas de Zolle y Pacita, con precios que oscilaban entre los ocho y los diez euros por unidad, exceptuando algunos distintivos más espaciales como el queso de pimiento, el cremoso y algunos curados, que rondaban los 20 euros.
El queso, un oficio femenino
Los stands, formados en su inmensa mayoría por queseras de la localidad de Friol, un oficio ya ligado tradicionalmente al sector femenino en el municipio desde hace décadas, salieron un año más a vender sus productos y a enseñar sus nuevas creaciones.
Ovidio Zolle, de Lácteos Zolle, una de las más empresas más veteranas de la comarca, asegura que ellos vendieron ayer un total de 800 quesos.
Tania Pazos, por su parte, a cargo de un stand de Pan de Ousá, vendió todas las piezas de pan que llevaba. «Este ano trouxemos 1.000, e aínda tivemos que pedir algún reforzo. A verdade é que houbo moitísima xente», afirma.
Además, la feria contó con nuevos puestos artesanales con productos textiles y cosméticos, así como cárnicos, mieles, embutidos y demás gastronomía lucense, todos ellos repartidos por la Plaza Andión Cebreiro, y demás puestos en la carballeira, que aprovecharon la cita para vender todo tipo de productos.
Un taller de quesos para niños
Los más pequeños disfrutaron de un taller de elaboración de queso artesanal gratuito en el que cada niño pudo llevarse a casa un queso hecho por él mismo. «É importante que as novas xeracións vaian aprendendo xa. A verdade é que é unha marabilla ver a ilusión que teñen, queriamos incluílos máis dalgunha forma nesta edición. O taller foi un éxito», indica José Ángel Santos.