Los árboles, una riqueza que en Guitiriz tendrá más protección legal

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS GUITIRIZ / LA VOZ

GUITIRIZ

SUSO PENA

El Concello espera la aprobación del PXOM para recoger su catalogación e impedir que puedan talarse

19 jun 2017 . Actualizado a las 12:36 h.

En determinados lugares del casco urbano de Guitiriz, sean zonas céntricas o situadas más bien en las afueras, quedan árboles que tienen rasgos comunes: son una muestra de la riqueza natural que aún se puede apreciar en la localidad y están situados en terrenos privados. Un tercer rasgo los une: su conservación depende en última instancia de la voluntad de sus dueños, puesto que no hay una protección legal que los ampare.

Esa ausencia de una normativa tiene que ver con la situación urbanística del municipio, puesto que el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) no está aprobado definitivamente. El plan se aprobó provisionalmente en el actual mandato; pero tras pasar por el pleno se mandó a la Xunta, que planteó al Concello una serie de cuestiones, y en estos momentos se están realizando contestacion a una serie de aspectos requeridos.

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En el plan sí habrá catalogación de una serie de árboles, situados tanto en lugares privados como públicos. En ese sentido, también los árboles del céntrico campo de la feria de Guitiriz entrarán en el apartado de espacios amparados por una protección, como anunció la alcaldesa, Regina Polín.

 Un paso al frente

Aunque el largo proceso del PXOM, iniciado en la pasada décadda, no ha llegado todavía al final de su tramitación, sí hay medidas que se pueden tomar para dar protección a árboles o a conjuntos de árboles, y uno de esos casos se ha dado recientemente en Guitiriz.

Hace varias semanas, la Xunta informó de que un conjunto de hayas, situadas en una finca ubicada cerca de la Rúa do Concello habían sido inscritas en el Catálogo galego de árbores senlleiras. Esa distinción, que puede lograrse tanto por valores estéticos como por criterios históricos o ecológicos, llegó después de que los dueños del terreno donde se localizan los árboles hubiesen realizado la correspondiente solicitud. Polín desveló el detalle de que el proceso había empezado por iniciativa de la familia propietaria, algo cuya importancia reconoció por su repercusión en el entorno.