Lugo puede quedarse sin marquesinas de bus después de regalar la publicidad
LUGO CIUDAD
Las instalaciones son de la empresa americana que sigue explotando los anuncios pese a estar sin contrato
30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La empresa de raíces americanas Clear Channel, que sigue comercializando la publicidad en los mupis (carteleras colocadas en medianeras y en algunas calles de la ciudad) y las marquesinas de Lugo, a pesar de que el contrato lleva seis meses finalizado, puede arrancar estas y llevárselas. Son de su propiedad porque así lo establecía el contrato original firmado en el año 2011. A mayores, sigue siendo toda una incógnita saber lo que ocurre con la publicidad que a diario los lucenses pueden ver en los soportes y que va actualizándose periódicamente. Es posible que el Concello la esté regalando desde el momento en que no hay ya ningún tipo de convenio. Lugonovo, a través de su portavoz, Santiago Fernández Rocha, reclama una aclaración urgente de la situación por parte del gobierno municipal. Pidió explicaciones hace ya más de tres meses, pero estas no llegaron.
El caso mupis, como ya se conoce el asunto entre algunos ediles de la oposición, está envuelto en gran oscurantismo, como asegura el portavoz de Lugonovo. Con el contrato publicitario vencido no hay posibilidades de saber las cláusulas de este. No es posible consultarlo a través de la web municipal. Eso impide saber quién se está beneficiando en la actualidad de los paneles expositores. Las campañas, a pesar de la caducidad del documento suscrito en su momento, siguen vendiéndose desde finales de septiembre. ¿Ingresa el Concello la correspondiente tasa o regala la publicidad? «Estamos ante un asunto de gran opacidade como xa denunciamos nós reiteradamente, sen que polo de agora obtivésemos resposta algunha. Cremos que a información que pedimos é tan sinxela de facilitar como ir ao lugar no que estea o convenio, revisalo e listo», expresó Santiago Fernández Rocha que considera que no es de recibo que el equipo de gobierno siga «teimudo en manter e fomentar o escurantismo, e o curioso é que non sabemos a qué obedece».
La situación, según la oposición, ha de regularizarse cuanto antes. No se trata de un servicio por el que la institución municipal tenga que desembolsar dinero, sino que ha de recibirlo. «Se cando para ingresar non se toman medidas, porque estamos a falar de unha importante inxección de ingresos para as arcas municipais, xa non sabemos nin que dicir nin pensar. Seguimos nun limbo administrativo; nin unha cousa nin outra», apuntó Fernández Rocha.
Pero el caso mupis aún puede acarrear más problemas para la institución municipal. En el supuesto de que la empresa no arranque las marquesinas y se las lleve, habrá que pagar con fondos públicos la reparación de las mismas. Y hay más de una docena de condiciones, especialmente las que están en zonas periféricas de la ciudad.
Un contrato que viene del primer año de Orozco
El contrato de los «mupis» y las marquesinas cumplió en septiembre 15 años. Se firmó poco después de que López Orozco entrara en la alcaldía. La firma por aquel entonces fue con la empresa Equipamientos Urbanos que acordó poner la publicidad en marquesinas que instalaba. A posteriori esa firma fue una de las muchas que fue comprando la multinacional americana Clear Channel que se quedó con el contrato y que ahora se encarga de cobrar por las campañas publicitarias que anunciantes contratan para las calles de Lugo.
Mal parado
El Concello de Lugo puede salir mal parado del caso mupis. Encima de no estar regalando la publicidad podría quedarse sin las marquesinas o tener que pagar por su reparación. Esto, desde luego, no es gestión ni nada que se le parezca. Tampoco lo es llevar un año elaborando una ordenanza. Lo peor de todo es meter la cabeza debajo del ala y a pasar. Es curioso: cuando un ciudadano olvida pagar un impuesto tiene recargo y en este caso, recaudar no interesa.
Un convenio que no llega y una ordenanza muy anunciada que ni se le espera
La publicidad es un asunto que se le atraganta al equipo de gobierno. No hay visos de que se convoque nuevo concurso para optar a los mupis y a las marquesinas, como así desean numerosas empresas interesadas en concurrir, sino que parece que las arcas municipales no ingresan ni un solo euro por determinadas vallas publicitarias que están en las entradas de la capital. Parece que la instalación municipal también regala la publicidad a establecimientos que hacen propaganda sexista y que, además, resultan denigrantes para las mujeres. Según algunos ediles de la oposición, no hay ningún ingreso por muchas vallas publicitarias.
La situación estaba previsto que se resolviese definitivamente con la nueva ordenanza de publicidad que, según dijo el equipo de gobierno en varias ocasiones, se está elaborando. Esa elaboración se estaba haciendo el pasado verano y, por ahora, no hay documento alguno que regule la publicidad.